El acoso escolar en España muestra una tendencia al alza, especialmente en su vertiente digital. Así lo ha mostrado el VII informe La opinión de los/as estudiantes, elaborado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR.
En el documento se concluye que un 12,3% del alumnado afirma que él o alguno de sus compañeros está sufriendo acoso escolar en alguna de sus formas —presencial, ciberbullying o ambas—. La cifra supone un incremento respecto al curso anterior, cuando el porcentaje se situó en el 9,4%.
Según el reporte, que recoge la opinión de 8.781 alumnos y 355 profesores, todo el aumento registrado en la incidencia se debe al crecimiento de los casos de ciberbullying, ya sea de manera aislada o en combinación con el acoso presencial.
El impacto del 'ciberbullying'
El 2,2% del alumnado asegura tener conocimiento de víctimas de acoso exclusivamente digital, frente al 1,1% del curso pasado. Además, un 3,6% reconoce que sus compañeros lo sufren tanto presencial como digitalmente, el doble que el año anterior. El acoso presencial, en cambio, se mantiene estable en un 6,5%.
El informe identifica que el ciberbullying afecta principalmente a menores de entre 11 y 12 años (64,7%) y es más frecuente en Secundaria (57,4%) que en Primaria.
Se trata de situaciones que suelen dirigirse a una sola persona y que afectan a chicas en un 75,6% de los casos y a chicos en un 64,5%.
Infografía del informe de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR.
Otro dato relevante es la duración de estas situaciones. El 15,8% del alumnado afirma que los casos de ciberbullying de los que tiene conocimiento se prolongan desde hace más de un año. Esto supone un aumento de 5,9 puntos porcentuales respecto al curso anterior.
Las plataformas más mencionadas para ejercer este tipo de acoso son WhatsApp (66,4%), Instagram (50,5%) y TikTok (49,5%).
En Primaria, los videojuegos online (56,6%) y TikTok (50,9%) ocupan un papel central, mientras que en Secundaria predominan WhatsApp (66,7%), Instagram (61,1%) y Facebook (24,1%).
El papel de la IA
El informe destaca como novedad el uso creciente de la inteligencia artificial en los episodios de ciberbullying. Según los datos, en el 14,2% de los casos de ciberacoso se emplean herramientas de IA, con mayor presencia entre los chicos (60%) que entre las chicas (40%).
El 54,8% de estas situaciones está relacionado con la creación de vídeos falsos mediante la manipulación de fotos, vídeos o audios de la víctima, mientras que un 32,2% responde a la suplantación de identidad de un compañero.
Estas prácticas se difunden principalmente a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería y plataformas de videojuegos.
"El acoso escolar a través de redes sociales y el ámbito digital está incrementando la incidencia del bullying en España", señaló Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, al presentar el informe.
Acoso escolar presencial
En lo que respecta al acoso escolar presencial, el porcentaje de alumnado que asegura conocer víctimas en su entorno inmediato se mantiene en un 6,5%, cifra estable respecto al curso anterior. España se sitúa así en niveles similares a otros países europeos.
Los insultos, motes y burlas siguen siendo las formas más frecuentes de agresión, con un 84,8% de incidencia. Les siguen el aislamiento (44,8%), la difusión de rumores, los golpes y patadas, las amenazas y el robo o rotura de objetos.
Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua, y Benjamín Ballesteros, director técnico de la Fundación ANAR.
Entre todas estas conductas, la violencia física experimenta un crecimiento significativo. Los golpes y patadas aumentaron 8,7 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 30,9% de los casos.
El 28,2% de los alumnos percibe que las situaciones de acoso presencial se prolongan durante más de un año, lo que representa un aumento de 1,6 puntos respecto al curso anterior.
Ante esto, Benjamín Ballesteros, director técnico y portavoz de ANAR, destacó la importancia de prevenir la normalización de estas conductas: "Nuestros talleres de prevención permiten evitar la normalización de la violencia entre los más jóvenes, sobre todo aquella que tiene un carácter psicológico, como los insultos, motes, burlas o el aislamiento, que frecuentemente pasa de forma desapercibida causando un gran daño a las víctimas".
Perfil de acosadores
El perfil de los acosadores se mantiene en la línea de años anteriores. Predominan los chicos que actúan en grupo, aunque el informe detecta un descenso en la proporción de agresiones colectivas (-7,2 puntos).
Entre los principales motivos para acosar a un compañero se mencionan las cosas que hace o dice (60,1%), el aspecto físico (54,9%) y problemas personales como discapacidades o dificultades de lenguaje (27,1%).
En cuanto a la reacción de los compañeros, el 52,1% del alumnado asegura intervenir de alguna forma cuando presencia un caso de acoso, aunque el porcentaje baja ligeramente respecto al curso pasado (-0,9 p.p.). Un 47,9% de los estudiantes reconoce no actuar ante estas situaciones.
La visión del profesorado
El profesorado, por su parte, detecta menos casos que en el curso anterior. Solo un 15% de los docentes asegura tener conocimiento de situaciones de acoso, lo que supone una caída de 5,9 puntos. De ellos, el 70,9% corresponde a acoso presencial.
Los profesores suelen enterarse de estos casos a través de compañeros o testigos (46,3%) o por observación directa (44,4%).
Entre los factores que consideran decisivos para que se produzca el acoso escolar destacan la presión del grupo de amigos (89,9%), el uso indebido de las redes sociales (89,9%), la falta de respeto a las diferencias (88,5%) y la normalización de la violencia (88%).
Respecto al perfil de los agresores, los docentes señalan características como la agresividad, la falta de control e impulsividad (82,5%), el sentimiento de superioridad (79,6%), problemas familiares (75,8%) y la ausencia de habilidades sociales (73,5%).
En cuanto a la respuesta de los centros escolares, el 64,5% del profesorado cree que solo intervienen "a veces", un aumento de 6,9 puntos en comparación con el curso pasado.
Por el contrario, disminuye el porcentaje de quienes opinan que los centros actúan de forma adecuada (32,5%). Entre las barreras que limitan la intervención destacan la falta de recursos (88,9%), la burocracia (65,2%) y la falta de formación específica del profesorado (51,8%).
