Mariana Goya
Publicada

Las Galápagos albergan hoy algunas de las mayores concentraciones de tiburones jamás registradas en arrecifes cercanos a la costa a escala mundial.

Este archipiélago —junto a otros enclaves remotos del Pacífico Oriental Tropical— se ha consolidado como un refugio "crítico" para los grandes depredadores marinos, mientras las áreas protegidas próximas al continente muestran síntomas claros de agotamiento.

Esta es la principal conclusión de una evaluación científica sobre la salud de las comunidades de peces en Áreas Marinas Protegidas (AMP) de la región, publicada recientemente.

El estudio, realizado entre 2015 y 2019, analizó siete AMP distribuidas entre zonas costeras y oceánicas del Pacífico Oriental Tropical, una vasta provincia biogeográfica que se extiende desde Baja California hasta el norte de Perú.

Mediante sistemas de vídeo submarino remoto con cebo (BRUV), una técnica no invasiva especialmente eficaz para detectar especies móviles y esquivas, los investigadores compararon la abundancia, diversidad y estructura de los peces de arrecife, con especial atención a tiburones y grandes depredadores.

El contraste entre ambos escenarios se muestra contundente. Las AMP de islas oceánicas —como Galápagos, Malpelo, Revillagigedo o Clipperon— presentan una riqueza de especies y unas abundancias relativas significativamente mayores en todos los niveles tróficos.

En ellas, los tiburones son un componente estructural del ecosistema. De hecho, las abundancias relativas registradas en estas áreas figuran entre las más altas documentadas a nivel global en estudios comparables.

Tiburón martillo (Sphyrnidae) nadando en aguas tropicales submarinas. nonnie192 Istock

Según los autores, este patrón responde a una combinación de factores. Por un lado, la lejanía de las islas oceánicas reduce la presión pesquera directa. Por otro, los procesos oceanográficos propios del Pacífico Oriental Tropical —como los intensos afloramientos generados por la interacción de corrientes y batimetría insular— incrementan la productividad y sostienen redes tróficas complejas y dinámicas.

El resultado son ecosistemas capaces de mantener grandes poblaciones de depredadores superiores, incluidos tiburones martillo comunes (Sphyrna lewini) y tiburones de Galápagos (Carcharhinus galapagensis).

Áreas protegidas

La situación es muy distinta en las AMP costeras. En las áreas protegidas del litoral ecuatoriano, como Galera San Francisco o Machalilla, los tiburones y los grandes peces depredadores estuvieron prácticamente ausentes, pese a que la metodología empleada está diseñada para detectarlos de forma eficaz.

La abundancia de peces fue baja en todos los niveles tróficos, una señal inequívoca de "pesca a lo largo de la red alimentaria". Y es que cuando las especies de mayor tamaño desaparecen, la presión se desplaza hacia organismos cada vez más pequeños, empobreciendo el ecosistema en su conjunto.

Durante el muestreo, que incluyó 111 despliegues de cámaras submarinas, se registraron más de 18.700 peces pertinentes a 181 especies. Sin embargo, en las AMP costeras solo se detectaron dos especies de tiburones y tres de grandes peces teleósteos depredadores, una cifra que contrasta drásticamente con la diversidad observada en las islas oceánicas.

Para los investigadores, este patrón es coherente con décadas de uso de artes de pesca no selectivas, la proximidad a puertos pesqueros y una aplicación limitada de las normas de protección.

Ni siquiera los enclaves más remotos están completamente a salvo. El análisis de las tallas de varias especies comercialmente valiosas reveló una elevada proporción de individuos juveniles, incluso dentro de AMP oceánicas, lo que sugiere posibles efectos de la presión pesquera o una protección insuficiente en determinadas zonas o profundidades.

Estas señales de alerta adquieren mayor relevancia en una región que concentra una parte sustancial del comercio mundial de aletas de tiburón, alimentos en gran medida por la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Las conclusiones del estudio son claras: las AMP de islas oceánicas del Pacífico Oriental Tropical, y en particular las Galápagos, funcionan como refugios clave para tiburones a escala global, pero su eficacia depende de una gestión y vigilancia continuas.

Al mismo tiempo, los resultados refuerzan la urgencia de evaluar y reforzar las medidas de conservación en las AMP costeras, donde la biodiversidad marina muestra signos evidentes de degradación.

Ante esta situación, los autores advierten de que la recuperación de los grandes depredadores será lenta si no se actúa con rapidez.