En la madrugada del viernes 21 de noviembre, la presidencia de la COP30 publicó un borrador del acuerdo que quieren que salga de la cumbre climática de Brasil. Las delegaciones de los países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático han amanecido con un texto sobre la mesa no exento de críticas.
La Unión Europea ha sido una de las primeras en reaccionar a la propuesta brasileña con un "es inaceptable", pues elimina toda referencia a la necesidad de dejar atrás los combustibles fósiles.
Tal y como informa EFE, el ministro de Clima de Dinamarca, Lars Aagaard, que encabeza las negociaciones en nombre del bloque europeo, ha criticado duramente el texto, hasta el punto de aseverar que es preferible no tener un documento que uno sin mención a los hidrocarburos.
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha asegurado con contundencia que el voto español será un "no" rotundo.
No es de extrañar, por tanto, que los de la UE estén entre los 36 países que han firmado un documento con el que rechazan el borrador de la COP30 sin este no incluye una hoja de ruta para eliminar los combustibles fósiles.
"No podemos apoyar un resultado que no incluya una hoja de ruta para implementar una transición justa, ordenada y equitativa que nos aleje de los combustibles fósiles", afirma la carta, según EFE.
La misiva, enviada a la presidencia de la COP, está firmada también por Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Corea del Sur y varias pequeñas naciones insulares, como Islas Marshall o Fiyi.
Las ONG, enfadadas
Estos países no son los únicos que han mostrado su descontento con la propuesta de Brasil. La sociedad civil reunida en Belém no está cómoda con cómo se están desarrollando las que ya son las "más oscuras que ha habido en la historia", como dice Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción.
En un comunicado a medios, el experto ha recordado que la presidencia de la COP no ha compartido ningún tipo de texto durante las dos semanas de discusiones. Y ha insistido en que las negociaciones no son competencia sólo de los Estados, sino que la sociedad civil tiene que aportar.
Este Mutirão, como Brasil ha bautizado al documento, es "una patada para adelante de manual; los elementos que contiene no suponen ningún avance en las negociaciones", según Andaluz.
Por eso, ha indicado el ecologista, "esto no se puede considerar ni una cumbre de la verdad, ni una para la implementación del Acuerdo de París". Como él, otras oenegés lamentan que se esté celebrando el décimo aniversario de aquella COP21 sin avances verdaderos.
Por el lado positivo, han recordado los portavoces de Ecologistas en Acción, "parece que la comunidad internacional está dispuesta a aprobar ese mecanismo de Belém para la transición justa", algo que las oenegés celebran.
