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Las lagunas de Ambroz, situadas en el extrarradio de la ciudad de Madrid, surgieron por una explotación minera abandonada en 2007 que las aguas subterráneas y las lluvias renaturalizaron sin más intervención humana, convirtiéndolo en un enclave de biodiversidad.

Un informe del Grupo de Trabajo para la Protección, Conservación y Restauración de este paraje catalogó 1.080 especies de invertebrados; 156 de aves; 13 de mamíferos; 449 taxones de flora; 11 especies de herpetofauna; y 55 de hongos.

Si uno continúa en esa dirección saliendo de Madrid capital, se tropezará con el municipio de Coslada y sus dos grandes zonas verdes: el Parque del Humedal y el Parque del Cerro. Y un poco más al este, San Fernando de Henares y el comienzo del Parque Regional del Sureste, el gran pulmón verde protegido de esa zona del área metropolitana de la capital.

Ahora los ayuntamientos de los tres municipios se han sentado para estudiar una propuesta salida de las organizaciones de vecinos y los ecologistas: el gran Corredor Verde del Este de Madrid, una gigantesca zona verde interconectada que serviría de lugar de paso para la biodiversidad, captura de carbono… y para que los humanos puedan pasear y moverse por ella.

"Ahora mismo los ayuntamientos están unificando planos, después de varias reuniones. Por nuestra parte queremos implicar a la gente y el próximo 23 de noviembre vamos a organizar una gran plantación vecinal", explica Javier González, de la Asociación de Vecinos de Coslada.

"Sabemos que quedan detalles que aclarar, problemas urbanísticos que solventar, pero hace un año no esperábamos ni siquiera que los gobiernos se sentasen, así que vamos poco a poco", explica. "No solo sería bueno a nivel ecológico, sino también humano y peatonal, ayudaría a resolver problemas urbanísticos mientras aumenta la calidad de vida de la ciudad".

Corredor verde en Madrid

En su actual planificación, el corredor verde abarcaría siete kilómetros, aunque las asociaciones quieren llegar hasta 15. Sería un espacio para todas esas especies de aves y otros animales, pero que conectaría igualmente los tres municipios e incluso, siguiendo las actuales modificaciones en vías como la conocida M-30 y su soterramiento, el centro mismo de la capital.

"Lo que estamos pidiendo es conservar y unir espacios que ya tienen ese valor y están sin urbanizar", añade José María Sendarrubia, geógrafo especializado en Espacios Naturales Protegidos y miembro de la plataforma.

Bosquecillo en el entorno de Ambroz, Madrid. Sara Navarro Cedida

"No hay que demoler nada, no hay que cambiar nada", añade. "Simplemente que en los nuevos planeamientos se contemple, ya no solamente ese territorio dedicado a protección ambiental, sino que además se haga con los criterios de sostenibilidad".

Ecopuentes en la M-50

Entre los retos para conectar las zonas verdes ya existentes se encuentran la existencia de vías de tren o de carreteras como la M-50. Estos se solventarían con los llamados ecopuentes que ya tiene previstos el Ayuntamiento de Madrid, aunque en otros casos se estudia bordear alguna infraestructura.

Las asociaciones ecologistas destacan como el corredor sería "un camino a través del que reforzar las poblaciones de especies emblemáticas", como el escarabajo avispa (neoplagionotus marcae), un endemismo ibérico del parque regional; o el Saga pedo, en peligro de extinción en la Comunidad de Madrid, y la araña (Zelotes pediculatus), de la que se ha tenido el primer registro en la península ibérica en el entorno de las lagunas de Ambroz.

Asociaciones como Ecologistas en Acción o WWF, que apoyan el proyecto, han señalado cómo esta iniciativa se inspira en el nuevo Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, recientemente aprobado por el Consejo de la Unión Europea, que exige a los Estados miembros restaurar al menos el 20 % de las zonas terrestres y marinas para 2030 y todos los ecosistemas degradados para 2050.

Además de los técnicos de los tres municipios implicados, participan en el proyecto AVECA (Asociación Vecinal del Cañaveral), AAVV Parque Henares (San Fernando de Henares), FRAVM, Asociación Coslada en Bici, Salvar las lagunas de Ambroz, SeoBirdlife y las mencionadas WWF y Ecologistas en Acción.

Movilidad sostenible

Tanto en Madrid como en Coslada o San Fernando hay en paralelo proyectos urbanísticos en desarrollo, por lo que Sendarrubia insiste en la necesidad de "modelos de movilidad alternativos y más sostenibles. Que las personas que viven o vayan a vivir en los distintos barrios puedan moverse a través del corredor, usando un entorno natural que añada más valor a la zona".

En ese sentido, para los vecinos de Coslada, explica González, hay una parte medioambiental "y otra de intentar hacer una movilidad urbana más amigable. En la zona que une el municipio con Madrid, por las comunicaciones, con autopistas, vías de tren y demás, más los descampados, aunque estamos a dos o tres kilómetros, hay que ir en coche o en autobús. Eso se puede arreglar gracias al corredor verde y que sea un trayecto posible andando o en bicicleta".

Laguna grande de Ambroz, Madrid. Sara Navarro Cedida

En opinión del geógrafo Sendarrubia, "lo ideal es que sea un auténtico espacio naturalizado y no un parque urbano, porque será más beneficioso para el ecosistema y para las personas, pero también porque cumplirá con los criterios de biodiversidad de la propia Comunidad de Madrid".

"A veces el mayor problema que tenemos con la Administración pública es que no se lo cree", comenta González, de la AAVV de Coslada. "Son proyectos a los que no se les ve el rédito a corto plazo y entonces es difícil que te digan 'venga, vamos para adelante'. Así que en este caso, ya lo más difícil, que era sentarlos y convencerlos, ha pasado".