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Los científicos de Climate Central y la World Weather Attribution (WWA) son tajantes en el nuevo informe que han lanzado en la mañana del 16 de octubre: el Acuerdo de París es "una hoja de ruta" que ha demostrado "lograr un clima más seguro". Pero para ello se necesita que los países "se alejen de los combustibles fósiles más rápido".

La investigación indica que este pacto adoptado en 2015 podría ayudar al mundo a evitar 57 días de calor extra. Pero solo si los países cumplen con sus planes de reducción de emisiones y limitan el calentamiento global de este siglo a 2,6 °C.

Las dos organizaciones de referencia en el estudio del cambio climático dan, así, por perdido el límite seguro que suponía el aumento de temperatura en 1,5 °C.

Lo elevan, por tanto, a los 2,6 °C, aunque recuerdan que esa subida en los termómetros aun así traerá consigo "calor peligroso, graves impactos en la salud y mayor desigualdad".

El Acuerdo de París establece el objetivo de mantener las temperaturas globales muy por debajo de 2 °C y seguir esforzándose por limitar el incremento a 1,5 °C si es posible.

Hoy, el calentamiento global ha superado ya los 1,3 °C. Y las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global no tienen visos de disminuir sustancialmente.

Cada fracción cuenta

El estudio es claro: si no se toman medidas drásticas, el mundo se encamina hacia una temperatura 4 °C más alta para finales de siglo. Esto, según los cálculos de Climate Central y WWA, supondrá experimentar una media de 114 días de calor extremo al año.

Por el contrario, los autores insisten en que una reducción considerable de emisiones relacionadas con los combustibles fósiles implicaría que las temperaturas aumentasen como máximo 2,6 °C. En ese caso, se experimentarían 57 días menos de calor extremo de media global.

Para Kristina Dahl, vicepresidenta de Ciencia en Climate Central, el Acuerdo de París estaría "ayudando a muchas regiones del mundo a evitar los peores impactos posibles del cambio climático". Aunque, matiza: "Pero no nos engañemos: aún nos dirigimos hacia un futuro peligrosamente caluroso".

Y añade: "Los impactos de las olas de calor recientes muestran que muchos países no están preparados para afrontar 1,3 °C de calentamiento, y mucho menos los 2,6 °C que se proyectan si —y es un gran si— los Estados cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones".

Calor extremo

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores hicieron un estudio en dos partes. La primera se centró en los días calurosos —el 10% más cálido para cada país—. Con 4 °C de calentamiento, se esperaba que el mundo viviera un promedio de 114 días más cálidos.

Hoy, si se cumplen los planes actuales y el calentamiento se mantiene en 2,6 °C, habría 57 días de calor menos en comparación con un aumento de 4 °C.

Por países, por ejemplo, Kenia viviría 82 días menos de calor; México, 77: Brasil, 69; Egipto, 36; Australia, 34; India y EEUU, 30; Reino Unido y China, 29; y España, 27.

La segunda parte del estudio se enfocó en seis eventos recientes de calor extremo en el sur de Europa, África occidental, la Amazonia, Asia, Australia y América del Norte y Central. Estos causaron devastadoras sequías e incendios forestales, paralizaron ciudades y, según los investigadores, probablemente causaron decenas de miles de muertes.

Con 4 °C de calentamiento, las olas de calor serán entre 3 °C y 6 °C grados más calurosas. Además, habrá entre 5 y 75 veces más posibilidades de que ocurran.

Con un incremento de 2,6 °C, los cambios serán menores: las temperaturas extremas serán entre 1,5 °C y 3 °C más altas y entre 3 y 35 veces más probables.

El estudio resalta la importancia de evitar cada décima de grado posible. Desde 2015, los 0,3 °C adicionales han sumado 11 días de calor al año y han hecho que los eventos extremos sean entre 1,5 y 10 veces más probables.

De dónde salen los datos

Para entender cómo el cambio climático influye en el aumento de temperaturas, los investigadores de Climate Central identificaron los días de calor a nivel local, calculando la temperatura umbral para el 10% más cálido de las temperaturas entre 1991 y 2020.

Estos días, que superan el percentil 90 de las temperaturas históricas, están asociados con un mayor riesgo para la salud. Después, compararon la cantidad de días que superaban este umbral con un escenario sin cambio climático.

Para cuantificar el efecto del calentamiento causado por el ser humano en las olas de calor, los científicos de World Weather Attribution analizaron datos meteorológicos y modelos climáticos para comparar cómo este tipo de eventos han cambiado entre climas con calentamiento antropogénico y el clima más frío preindustrial.

Este análisis revisó seis olas de calor previamente estudiadas por World Weather Attribution en el sur de Europa, África occidental, la Amazonia, Asia, Australia y América del Norte y Central.