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Cuando el lunes pasado, a las 19:45h, un fuego comenzó a devorar toda la vegetación del este de Tres Cantos, no solo acudieron a intervenir los bomberos. Más de 20 veterinarios voluntarios recorrieron las granjas que habían quedado cerradas para intentar salvar miles de vidas.

"Había animales que necesitaban una atención veterinaria urgente", cuenta la veterinaria del centro Villamanta de la protectora Salvando Peludos, Coro Repullés (Madrid, 1997), en una entrevista con EL ESPAÑOL.

En España, el impacto sobre la fauna alcanza niveles alarmantes. En el incendio de sierra de la Culebra, en Zamora, el mayor de 2022, se estimó que murieron más de nueve millones de animales. No hay que olvidar que ellos sufren tanto como nosotros ante los incendios.

"El problema es que no existe ningún sistema de prevención para estas situaciones", afirma Repullés, frustrada. "Debería haber un cuerpo veterinario especializado en emergencias. No es posible que, si no hay voluntarios, no haya nadie".

Los veterinarios de urgencia son una pieza clave para liderar brigadas técnicas y coordinar la atención y el rescate de animales afectados. Sin ellos, los protocolos son insuficientes, la toma de decisiones es menos informada y existe mayor riesgo de errores en el manejo, traslado o tratamiento de los animales.

Testimoniar la tragedia

La veterinaria Coro Repullés fue uno de los testigos del trágico espectáculo vivido durante todo el día del martes. La escena era devastadora: "Todo quemado y un montón de ovejas calcinadas, pegadas a la valla y al borde de la carretera. Fue impactante."

Muchos animales murieron junto a las alambradas mientras intentaban huir del fuego. La mayoría de las ovejas supervivientes estaban agónicas o en estado crítico. Algunas tenían patas rotas; otras, las vías respiratorias destrozadas.

La granja de Tres Cantos quemadas. Salvando Peludos

En total, el equipo voluntario atendió entre 80 y 100 animales en unas horas, una cifra impactante considerando que solo se refiere a una única granja de ovejas. Pero no es la única.

Una veintena de caballos murieron en el mismo incendio de la localidad madrileña, junto con un trabajador del centro hípico que intentaba salvar a los animales y que sufrió quemaduras en el 98% de su cuerpo.

Seres vivos vulnerables

La importancia de la atención veterinaria de emergencia debería ser prioritaria en estas situaciones. Los animales, tanto domésticos como silvestres, son seres vivos vulnerables que no pueden comunicarse ni actuar con la misma autonomía que los humanos ante un desastre.

Muchos están confinados en casas, granjas o refugios, o simplemente no tienen la capacidad de huir a tiempo, lo que los expone gravemente al peligro de humo, fuego y quemaduras.

Sin veterinarios especializados presentes, estos animales heridos por incendios quedan sin atención médica inmediata. Esto se traduce en mortalidad evitable, sufrimiento prolongado y secuelas físicas y psicológicas.

Bomberos para los animales

La veterinaria de Salvando Peludos, como tantas otras, siente una gran impotencia y desconcierto por la ausencia de protocolos y organización para la asistencia animal en catástrofes.

Un bombero salvando a un perro. Istock

Se pregunta por qué no existe una figura específica para estas situaciones y por qué organismos como Seprona o la Guardia Civil no cuentan con veterinarios desplegados.

"Así como hay bomberos para salvar personas, debería haber profesionales que se ocupen también de los animales", afirma con la rabia hasta el cuello.

La carencia de protocolos y equipos veterinarios en emergencia deja a los animales sin atención adecuada y agrava su sufrimiento y sus posibilidades de recuperación.

Planes de emergencia

Cada vez más sociedades reconocen el derecho de los animales a recibir protección y atención en situaciones de desastre.

Excluirlos de los planes de emergencia perpetúa una injusticia y pone en evidencia vacíos éticos y legales que deben ser atendidos para cumplir con estándares internacionales de bienestar animal.

Incluir a los animales en los planes de emergencia por incendios salva vidas, reduce el sufrimiento, fortalece el tejido social y ayuda a restaurar los ecosistemas dañados. Es una cuestión de responsabilidad humana, ética y social, que no debe pasar inadvertida.

Denuncia abierta

La Fundación Salvando Peludos denuncia abiertamente la ausencia de protocolos de rescate y atención animal en los planes de emergencia de la Comunidad de Madrid.

Afirman que la Ley 7/2023 obliga a incluir medidas de protección animal en los Planes de Protección Civil como PLATERCAM e INFOMA. "Pero estos protocolos no existen, lo cual se considera incumplimiento legal".

Exigen un Protocolo Autonómico de Protección Animal en Emergencias con medios reales, formación y coordinación entre las distintas entidades, mecanismos claros de evacuación de recintos y la gestión urgente de cadáveres.

Para proteger a los animales antes y durante un incendio forestal, los dueños y comunidades pueden adoptar medidas concretas que salvan vidas y minimizan daños.