1,2 millones de muertes. Esa es la cifra de los menores que podrían perder la vida en los próximos cinco años, según estimaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF), si el Gobierno de Donald Trump lleva a cabo su última amenaza y pone fin a su apoyo a Gavi, la Alianza para las Vacunas que se creó hace dos décadas y que, según la oenegé, es vital para el acceso a inmunización en los países más pobres.
Este nuevo hachazo de la Administración de Estados Unidos supondría que al menos 75 millones de menores se quedasen sin acceso a vacunas durante el próximo lustro. Su plan, motivado por el movimiento antivacunas al que el secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales, Robert F. Kennedy Jr., representa, tendrá "consecuencias devastadoras para los niños de todo el mundo", según MSF.
Este nuevo recorte saltó a la luz en la madrugada del lunes 24, cuando The New York Times tuvo acceso a un documento que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) envió al Congreso.
Desde entonces, y teniendo en cuenta las preocupantes advertencias lanzadas las últimas semanas por UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre rebrotes de enfermedades prevenibles —o incluso erradicadas en algunos países—, los servicios sanitarios mundiales están en alerta. Especialmente aquellos en países vulnerables.
Tal y como explica Carrie Teicher, directora de programas de MSF en Estados Unidos, "la decisión del gobierno de poner fin a su apoyo a Gavi amenaza con socavar los progresos realizados en los últimos 25 años y dejará a más niños de todo el mundo vulnerables a enfermedades mortales prevenibles como el sarampión, la neumonía y la difteria".
La respuesta "más barata"
Teicher pone especial énfasis en las consecuencias "catastróficas" que tendrá esta decisión política. Como explica a ENCLAVE ODS Patricia Postigo, especialista en vacunación de la oenegé médica, hoy en día la inmunización es la respuesta "más efectiva y barata" a muchas enfermedades.
Porque, por ejemplo, dice, "un sarampión puede llevar a una persona a pasar varios días en cuidados intensivos de un hospital, lo que conlleva un coste de miles de euros". Algo que, asegura, se evita con una simple vacuna que es, además, "muy accesible".
A fin de cuentas, recuerda Postigo, "sabemos que las vacunas salvan vidas". En concreto, según la OMS, la inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de muertes por enfermedades como la difteria, el tétanos, la gripe, la tos ferina o el sarampión. Es precisamente esta última la que empieza a preocupar a Europa.
¿Europa antivacunas?
Según un estudio publicado por UNICEF y la OMS el pasado 13 de marzo, el sarampión se disparó el pasado 2024 en Europa y Asia Central. Ambas regiones reportaron 127.350 nuevos casos, una cifra que duplica la del año anterior y que representa el nivel máximo de incidencia de la enfermedad en la zona en más de 25 años.
Esto supone un tercio de todos los casos de sarampión a nivel mundial en 2024. Solo en 2023, hubo 500.000 niños y niñas de toda la región que no recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión (MCV1) que debería administrarse a través de los servicios de inmunización rutinaria.
Esta situación, apunta Regina De Dominicis, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, se debe a "lagunas en la cobertura de inmunización". El país que más preocupa sería Rumanía, que notificó el mayor número de casos el año pasado con 30.692. Le sigue Kazajistán con 28.147.
A esto se le añade que, como explican desde el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, "menos del 80% de las niñas y los niños que podrían ser vacunados contra el sarampión en Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte y Rumanía recibieron la vacuna en 2023". Cifra que se encuentra "muy por debajo de la tasa de cobertura del 95% requerida para mantener la inmunidad".