La generación de cristal también es conocida como Generación Z. Fue la filósofa española Monserrat Nebrera quien acuñó el término para referirse a los hijos de la generación X.

La generación X comprende a los nacidos entre 1965 y 1981, a quienes les tocó experimentar la posguerra, un factor que influyó mucho en su forma de vida. Por el contrario, la generación Z son los nacidos entre el año 1995 y el 2010, y son reconocidos por su gran cercanía a la tecnología.

Muchos de estos jóvenes han tenido que escuchar alguna vez esa frase de sus padres de "quiero que tengas lo que yo no tuve" y es que, a lo largo de la historia, las personas tienen patrones conductuales y de afrontamiento similares según los tiempos en los que vivieron. 

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En la actualidad, la juventud también cuenta con conductas que, en muchas ocasiones, los padres no comprenden el porqué de estos comportamientos, situación que lleva a desencadenar una difícil convivencia familiar.

Aunque el término "cristal" está asociado a la fragilidad de algo que se puede romper fácilmente, el análisis filosófico realizado por Nebrera a estos jóvenes revela que podrían ser así de "inestables" o "inseguros" por sus padres.

A pesar de que a esta generación se le ha culpado de quejarse de todo y de tener una baja tolerancia a la frustración, es también una generación que no se conforma con seguir los parámetros establecidos y que no tiene miedo a hablar ante las injusticias.

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Sin duda, es un término que se utiliza de forma peyorativa, para hacer alusión a una supuesta fragilidad y es que se habla de ellos como una generación sobreprotegida y malcriada.

La misma transformación digital ha llevado a que los jóvenes estén mucho más expuestos a las críticas y a las comparaciones por las redes sociales, lo que puede llevarlos a ser más vulnerables.

Cómo identificarlos

En ocasiones el físico de alguien no se corresponde con la edad que tiene, son muchos los que aveces echamos años de más a gente muy joven o incluso por su personalidad y rasgos maduros que hacen pensar que son de otra generación a la que realmente pertenece.

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Existen ciertos patrones que se repiten en esta generación, entre las principales características que comparten estos jóvenes son:

  • Desde que nacieron, la tecnología y las redes sociales forman parte de estilo de vida, a diferencia de sus padres, para quienes la tecnología es una herramienta de trabajo.
  • Como la tecnología forma parte de su día a día, generar amistades y romances vía redes sociales se convierte en una realidad y no una simple ilusión.
  • Muestran interés disminuido por la lectura o los eventos culturales.
  • Sus habilidades están mayormente enfocadas hacia lo audiovisual por lo que resultan altamente creativos.
  • Son sensibles a la problemática social, ahora protestan ante realidades que la generación de sus padres llegó a normalizar: protestan contra el racismo, la misoginia, la contaminación ambiental, la violencia de género, los abusos o la discriminación.
  • Son defensores de aquello que consideran injusto, no toleran el sufrimiento.
  • Sensibles emocionalmente y menos tolerantes a la frustración.
  • Sensible al rechazo y a la crítica.
  • Son altamente demandantes.
  • Son cuestionadores.
  • Expresan abiertamente sus emociones y pensamientos.
  • Sus pequeños esfuerzos les parecen hazañas.
  • Tienden a deprimirse puesto que se cuestionan. Las cosas no suelen ser como lo esperan.
  • Están condicionados a premios, recompensas y negociaciones.