Digital Castilla

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Toledo DENUNCIA FALSA

La Policía detiene a un toledano por intentar hacer una trampa con su tarjeta de crédito

16 febrero, 2018 11:16

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Toledo a una persona como presunta autora de una simulación de delito y estafa, después de que denunciara que en su tarjeta de crédito habían sido realizados cargos fraudulentos por valor de 495 euros.

El detenido acudió a comisaría a denunciar que después de consultar los movimientos de su cuenta bancaria, se había percatado de que en la misma constaban varios cargos que él no había autorizado y que desconocía su procedencia, por lo que había requerido también a la entidad de la que es cliente la restitución de ese dinero.

Las pesquisas de los agentes permitieron demostrar que la denuncia no se ajustaba a la realidad y que realmente el detenido había solicitado varios microcréditos a través de Internet, desentendiéndose posteriormente del pago por lo que la financiera había procedido a realizar los cargos en la tarjeta que el denunciante había dejado como medio de fianza.

Se trata de un delito tipificado en el Código Penal

La Policía recuerda que simular ser víctima de una infracción penal, denunciar o acusar a otra persona de ser responsable de un hecho inexistente es un delito tipificado en el artículo 457 del Código Penal.

Además, acciones como esta provocan un retraso en la acción de la justicia y un serio menoscabo del correcto funcionamiento de los servicios policiales, con el consiguiente perjuicio para el ciudadano, dado que agentes que podrían estarse dedicando a la prevención de la delincuencia o a la investigación de otros hechos reales, se tienen que dedicar a realizar pesquisas sobre situaciones inexistentes.

Lamentablemente, este tipo de denuncias, como falsos robos con violencia o intimidación de teléfonos móviles, efectos electrónicos diversos o carteras, robos con fuerza en vehículos o locales, cada vez proliferan más, siendo el motivo más frecuente obtener una compensación por parte de los seguros aunque en muchas ocasiones, los objetivos son tan irrisorios como ocultar a la pareja el extravío de algún objeto o un gasto injustificado.