FOTO: Europa Press

FOTO: Europa Press

Cuenca MEDIO AMBIENTE

Con 400 años, este árbol de Mota del Cuervo es el más antiguo de la región y la Junta quiere protegerlo

17 abril, 2018 14:13

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, ha iniciado el expediente para declarar árbol singular a la 'Carrasca Ruli', un ejemplar de cerca de 400 años, situado en el término municipal de Mota del Cuervo (Cuenca). 

Este ejemplar, conocido también como 'Carrasca Gorda', es un árbol muy apreciado por los vecinos del término municipal de Mota del Cuervo, cercano ya al límite con la provincia de Ciudad Real, y se encuentra en una finca particular. Se trata de un árbol de "dimensiones colosales", ha explicado la Consejería, el más grueso que vegetaba de manera natural en la provincia de Cuenca y probablemente el ser vivo de mayor edad de Castilla-La Mancha.

A mediados de febrero, este centenario ejemplar sufrió los efectos de la meteorología adversa, primero una nevada y posteriormente un fuerte vendaval, que provocó la caída de tres de sus ramas quedando solo en pie la principal, aunque con crecimiento suficientemente tendido para hacer peligrar su estabilidad.

El Gobierno regional, que ya realizó actuaciones de restauración de la encina después de los daños causados por los últimos temporales, se ha puesto en contacto con el propietario de la finca para que formule las alegaciones que vea oportunas en el proceso de declaración de árbol singular de este ejemplar. 

Mantenimiento exhaustivo

La 'Carrasca Ruli' es el primer árbol que va a ser declarado como singular en Castilla-La Mancha desde 2011. Tras una visita a este árbol centenario, los técnicos han realizado un diagnóstico técnico de la situación y, con el permiso de la propiedad, se han desarrollado una serie de trabajos de apuntalamiento de la rama principal en pie para evitar su caída, en un primer término.

Para ello, se han colocado cuatro puntales metálicos con protección de goma en contacto con la corteza de la encina para su protección, los cuales recogen tanto el peso de la rama como los esfuerzos laterales que pueda provocar el viento. Además, se han retirado las ramas quebradas, manteniendo aquellas que mostraban roturas menores, pero que tienen posibilidad de seguir sobreviviendo. Por último, todas las heridas abiertas, antiguas y nuevas y los cortes que presenta este ejemplar centenario de carrasca van a ser tratados con pastas cicatrizantes.