La campaña de primarias del PP estaba siendo una balsa de aceite -al menos a efectos de opinión pública- cuando ha ocurrido lo que seguramente era inevitable: La subida de tono de uno de los candidatos y la denuncia abierta de presuntas coacciones que rompe la tregua, eleva la tensión entre los bandos rivales y caldea el ambiente a la vista de todo el mundo. Carlos Velázquez, que se presenta como el candidato de los afiliados frente a Paco Núñez, que sería el del aparato, ha dado un paso adelante para demostrar el sentido de sus argumentos. Y lo ha hecho en una localidad toledana en la que parece contar con el respaldo de un alto número de militantes de la zona movidos por la exdiputada nacional Rocío López: Torrijos.

Ha sido ahí donde el alcalde de Seseña se ha destapado como hipotética victima diciendo que espera que este congreso "sirva para formar un nuevo PP en el que nadie coaccione a nadie, tenga el cargo que tenga; en el que nadie acorrale a nadie en un despacho para presionarle y pedirle que retire la candidatura, en el que a nadie le pase lo que en estos días me ha pasado a mí, por no ser el candidato que el partido quiere que gane".

Unas afirmaciones muy duras con las que ha roto las hostilidades contra el aparato del partido -sin acusar a nadie en concreto- y una forma de poner en entredicho a la dirección regional del PP castellano-manchego, de la que él mismo forma parte desde hace tiempo y en la que siempre, hasta ahora, se ha mostrado a gusto. No es extraño que sus palabras hayan caído como mazazos en la cúpula “popular” castellano-manchega. Y es que a quien realmente ha puesto bajo sospecha, dando así la razón a sus rivales, ha sido a su partido, en el que, según Carlos Velázquez, se les dice a los afiliados lo que tienen que hacer y en el que no todos pueden elegir o votar “en libertad y sin presiones”. El PSOE debe estar frotándose las manos. Y más aún cuando Paco Núñez ha entrado al trapo y además de condenar las presiones, que dice desconocer, ha denunciado otras, pero esta vez del entorno de Velázquez. 

Insistimos en que era previsible que esto ocurriera ya que alguno de los candidatos tenía que tomar la iniciativa para diferenciarse de su rival. Se ha adelantado “Charly” Velázquez con un ataque en toda regla -no se esperaba tan directo, aunque después ha echado el freno- que ha puesto de los nervios a sus contrarios a fuerza de hacer temblar al partido en su conjunto. Es su estrategia y ha obligado a mover ficha a Paco Núñez, que ha caído en la trampa de hacer lo mismo que su contrario cuando no tenía necesidad alguna de llevar su campaña por estos derroteros. Una campaña de primarias conlleva enfrentamientos de consecuencias imprevisibles y la necesidad de poner toda la carne en el asador porque lo que está en juego es el liderazgo del partido en un futuro inmediato. Y es lo que se tiene que demostrar: capacidad de liderazgo. Y lealtad al partido y a sus militantes, incluidos los de la dirección, que también lo son.