Isco Alarcón volvió a ser titular este sábado con el Real Madrid. El mediapunta fue parte de ese centro del campo que no tuvo una gran actuación ante el Cádiz y que finalmente perdería por la mínima. El malagueño fue sustituido al descanso en esa revolución que intentó el técnico francés y durante la primera parte que todos han señalado como la culpable del resultado final. Aún así, hay alguien que disfrutó del choque.
Ese fue Theo Alarcón, el hijo del jugador del Real Madrid y de Sara Sálamo, la popular influencer. El pequeño vio como un aficionado blanco más el partido de este fin de semana y todo quedó guardado en la cuenta de Instagram de la pareja del futbolista. Esta compartió en sus redes un vídeo del momento en el que su retoño ve a Isco jugando y la reacción que tiene.
Theo comienza a saltar encima del sofá diciendo "¡Papá, papá!" lleno de entusiasmo y de orgullo por ver a Isco sobre el campo. El primero de los hijos de esta pareja se lo pasó en grande durante los 45 minutos que jugó el centrocampista blanco, entre los señalados por la actuación del equipo en su conjunto. Para el pequeño seguramente fuera el mejor de los once que estaban jugando.
Con un mensaje que exponía lo que sentía Sara y, probablemente, Isco, se resumía la publicación: "Me muero. Adiós". No es la primera vez que su hijo es protagonista de los post de la pareja de Alarcón. Habitualmente presume de ambos con fotos en las que el jugador blanco muestra mucho cariño hacia su pequeño retoño. Imágenes enternecedoras de la vida extradeportiva del centrocampista.
Señalado
El centrocampista sigue sin encontrar esa estabilidad que tuvo en el pasado durante su etapa más temprana en el Real Madrid. Aunque ya son habituales esos altibajos de confianza, Zidane ha mantenido su apuesta por uno de sus jugadores preferidos por su forma de jugar. Ante el Cádiz no tuvo su mejor tarde y dejó en el aire que su forma física sigue sin ser la ideal.
El inicio de temporada ya se truncó por esa lesión de tobillo que le hizo perderse varios choques, pero en su regreso al césped tampoco cumplió. Si por algo suele destacar Isco es por su visión de juego, claves en el juego merengue de los éxitos de esta última década. Este sábado no apareció ese carácter de prestidigitador ante el cuadro andaluz.
Isco se marchó al banquillo para dejar su posición a Valverde y la comparación no favorecía al malagueño. El uruguayo sigue ganándose la confianza de Zidane con buenas actuaciones y, por el momento, ha conseguido hacerse con uno de los puestos que rota para la gran cita que tendrá la plantilla al final de la semana con El Clásico. Si nada se tuerce, tendrá un sitio en el tridente del centro del campo.
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