Más allá de lo sucedido en sí sobre el terreno de juego, más allá de los Eagles y los Patriots, el gran protagonista de la Super Bowl 2018 fue Justin Timberlake. El polifacético artista norteamericano fue en el responsable del gran espectáculo propio del descanso de la final de la NFL y cumplió ante las expectativas.

Sin invitados especiales ni apariciones sorpresas, Justin Timberlake dio un concierto de casi un cuarto de hora que enloqueció al público del U.S. Bank Stadium. Hizo un repaso a varias de sus canciones más famosas como Sexy Back o Can't stop the feeling y hubo tiempo para una orquesta, un flash mol y hasta un gran homenaje a Prince.

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