En Italia todos conocen el nombre de Brahim Díaz. Y a muchos de los italianos les sorprenderá que, cuando su selección se mida a España el próximo miércoles, el futbolista malagueño no esté en el otro equipo. Su no convocatoria fue una de las sorpresas de la lista de un Luis Enrique que prefirió llamar a otros que al del Milan, que es de los españoles más en forma de toda Europa.

Lo único que dijo Luis Enrique del chico fue esto: "Brahim lo está haciendo muy bien en Milán y yo estoy encantado de que los jugadores vayan mejorando en sus equipos. Brahim puede ser un jugador seleccionable".

La última lista de Luis Enrique lleva a muchos debates, principalmente al de la llamada del jovencísimo Gavi, pero hay uno que lleva tiempo establecido y es el de por qué Brahim todavía no ha ido ni una sola vez a la Absoluta. Al menos, con Luis Enrique. Su estreno con la Selección, como tal, se produjo en junio en el 4-0 a Lituania, un partido que jugaron los de la Sub21 y dirigió Luis de la Fuente mientras la Absoluta estaba en cuarentena tras el positivo de Sergio Busquets previo a la Eurocopa.

Brahim Díaz pelea un balón ante Kondogbia en el Milan - Atlético Reuters

Tema Selección aparte, Brahim se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva. En agosto cumplió 22 años y lo celebró luciendo un dorsal icónico como es el '10' del Milan. Como icono es Paolo Maldini, leyenda que le llamó personalmente este verano para prometerle ese número, que dejaba libre Calhanoglu, si volvía a firmar por la escuadra rossonera tras su cesión de la pasada temporada.

Brahim lo tuvo claro, no solo por el dorsal. En el Milan ha encontrado su sitio perfecto para progresar. Stefano Pioli está armando un equipo mezclando la juventud y la experiencia y a Brahim le ha entregado la posición de la mediapunta, detrás de un '9' (véase Rebic, Giroud o Ibrahimovic cuando se recupere de su lesión). Ahí es donde el jugador se siente mejor y su rendimiento lo demuestra.

En su primer año en el Milan le fue bastante bien. Venía de tener las puertas cerradas en el Real Madrid de Zidane y aterrizó en Italia para jugar 39 partidos (15 como titular) y marcar siete goles. En verano, viendo que la situación no era mucho mejor en el equipo blanco y la ciudad del Duomo le seguían esperando, decidió volver a firmar un préstamo, ahora de dos temporadas, por la escuadra milanesa.

Los resultados de la confianza están siendo inmediatos. Brahim, entre Serie A y Champions, suma cuatro goles y dos asistencias en ocho partidos. Ninguno de los convocados por Luis Enrique tiene mejor promedio de gol/asistencia esta temporada.

Brahim 2023

Pero Brahim, que se cuida de una tendinitis crónica que reveló Pioli esta semana, sigue a lo suyo. Tiene por delante dos temporadas ilusionantes en Milán para luego volver al Real Madrid. Será en el verano de 2023, cuando esté a punto de cumplir los 24 años. Por delante tendrá los mejores años de su carrera y un objetivo por cumplir que no se ha quitado de la cabeza: triunfar en el Madrid.

En la capital española no le pierden de vista. Tampoco Carlo Ancelotti. El italiano habló hace unos días de Brahim en una entrevista en Rai Sport: "En el Real Madrid no tenía hueco por temas de competencia, pero es importante para nosotros. Estamos contentos de que lo esté haciendo bien en Milán. Es muy importante que juegue para seguir creciendo. Si elegimos al Milan fue porque conocemos bien su estructura", dijo.

Su cesión al Milan, juntando la del año pasado y la de estas dos temporadas, es una de las decisiones más acertadas dentro de la política del Real Madrid de dejar en préstamo a algunas de sus jóvenes promesas que no tenían hueco en su equipo. Brahim sigue creciendo, esperando en la puerta de Luis Enrique, una que a este paso acabará derribando. En Madrid lo celebran.

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