Messi se acerca al PSG. Los que todavía dudaban de su salida del Barcelona pese al comunicado del club azulgrana ya se han convencido con los mensajes del vestuario culé. El argentino ya es parte del pasado culé y su camino parece dirigirse hasta París. Algo más de 1.000 kilómetros separan la Ciudad Condal de la del amor, el mismo que se ha roto entre Leo y la entidad catalana.

Las informaciones ya apuntan a que el PSG se muestra bastante optimista de cara a cerrar su acuerdo con Messi que, incluso, podría hacerse oficial este fin de semana. No hay otro candidato al fichaje, estando descartado el Manchester City en boca del propio Pep Guardiola. A Leo solo le queda ir a París donde se reencontrará, entre otros, con su amigo Neymar y un futbolista con el que ha tenido sus más y sus menos, Sergio Ramos.

La duda es si lo hará con Kylian Mbappé. El delantero francés, salvo cambio de última hora, jugará con el PSG este sábado en el primer partido de la Ligue-1. No quiere decir esto que haya habido algún cambio en su futuro -sigue teniendo claro que no va a renovar su contrato que acaba en 2022- y si lo hay es en consecuencia del bombazo de la salida de Messi del Barça.

La camiseta de Leo Messi, a la venta en la tienda del FC Barcelona REUTERS

Desde Francia se desprende que el PSG busca una fórmula para que el fichaje de Messi no suponga la salida de Mbappé. La realidad es que es casi imposible que algo así suceda cumpliendo con la normativa del Fair Play Financiero y se suma otro factor la amenaza de la Ligue-1.

El organismo de la liga francesa que se encarga de vigilar las cuentas de los clubes acecha al PSG. Las millonarias pérdidas provocadas por la crisis del coronavirus en la entidad del Parque de los Príncipes han de ser tenidas en cuenta y es que el PSG desde hace meses tiene la necesidad de cuadrar las cuentas de pérdidas y ganancias. La diferencia es de 180 millones de euros en negativo y mantenerse en esos números supondría ser sancionado.

El PSG tenía intención de vender este verano, pero hasta ahora no le ha ido bien. Solo se han ingresado 7 millones de euros por la venta de Mitchel Bakker y se han invertido 76 'kilos' en el fichaje de Achraf Hakimi y la compra de Danilo Pereira, cedido el pasado curso en las filas parisinas. Además, Wijnaldum, Donnarumma y Ramos se han incorporado a coste cero al equipo.

Ya se ha hablado de jugadores a los que el PSG podría vender este verano. Desde Ángel di María hasta Mauro Icardi pasando por otros como Pablo Sarabia o Julian Draxler. La realidad es que ninguno quiere salir. Ninguno excepto Mbappé. El delantero tiene claro que no forzará su marcha, menos aún cuando apenas le queda un año de contrato para ser libre, pero si le abren la puerta a salir este verano cogerá las maletas.

Mbappé y el Madrid esperan

Mbappé quiere jugar en el Madrid. Ha jugado un papel fundamental en esto Benzema, si es que hacía falta terminar de convencer al delantero de querer vestir de blanco. El Madrid, por su parte, cree que es el momento oportuno para invertir en un jugador de talla mundial (que tiene solo a la altura a Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar y Haaland).

Para el PSG es la salvación. De una tacada cumpliría con el Fair Play sin hacer demasiadas cábalas y contando con Messi y, a su vez, cuadraría sus cuentas a ojos de la Ligue-1 con una venta que rondaría los 150 millones de euros. Ahora es el jeque el que debe descolgar el teléfono y llamar a Madrid.

[Más información: LaLiga, ante la era post Messi y Cristiano: solo el fichaje de Mbappé por el Madrid puede salvarla]

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