El Real Madrid se llevó una importante victoria en un complicado partido ante el Eibar que se le puso de cara a los 6 minutos. Los blancos, gracias al gol de Karim Benzema tras un genial pase de Rodrygo encarrilaron un choque que tenían totalmente controlado en los primeros minutos. La salida de los Zidane, algo que se la había criticado mucho durante esta temporada, fue ejemplar. 

Además, no se quedó en solo en una salida fulgurante en los primeros minutos, ya que tuvo continuidad durante el primer tercio del choque en el que los blancos arrollaron a su rival y disfrutaron de una gran cantidad de ocasiones de gol. Benzema fue el gran impulsor del genial nivel mostrado por el combinado madridista. El francés se asoció con Modric y juntos destrozaron a la defensa armera. 

Sin embargo, el partido se complicó y después del segundo tanto del Real Madrid llegó el golazo de Kike García que sorprendió a Courtois con un disparo impresionante a la escuadra izquierda de su portería. A partir de ese momento, los de José Luis Mendilibar creyeron más y más en sus posibilidades y, mientras los blancos no mataran el encuentro con el tercero, estaban dispuestos a soñar con el empate. 

Tanto fue así que dispusieron de un acercamiento realmente peligroso. En un ataque del Eibar se produjo un centro al área del Real Madrid desde la banda izquierda. El balón voló demasiado y se fue más allá del segundo palo, donde apareció el atacante Muto, que cabeceaba de nuevo con la intención llevar el peligro al corazón de la zona de peligro de la portería de Courtois. 

Muto conectó el testarazo, pero Sergio Ramos llegó en décimas de segundo para rechazar el esférico taponando el intento del atacante del Eibar. El central del Real Madrid llegaba en pleno vuelo, descontrolado y casi sin saber perfectamente cómo orientarse hasta la posición del jugador el Eibar, por lo que, más allá de hacer acto de presencia, no pudo hacer para evitar que el balón le golpease. El esférico golpeó en el brazo del central del Real Madrid que estaba casi pegado al cuerpo y en una posición totalmente natural teniendo en cuenta que estaba en pleno salto. 

No fue penalti

El balón golpeó en el capitán del Real Madrid y salió rebotado. Acto seguido, los jugadores del Eibar pidieron penalti por una supuesta mano del camero. El balón había golpeado en el brazo, pero la posición del mismo era natural, no había voluntariedad alguna ni tiempo para retirarlo. Todo ello, fruto de un lance del juego. Por ello, Munuera Montero, que había visto la jugada, dejó seguir. 

Aun así, tal y como manda el protocolo, la jugada fue revisada por el VAR y el encuentro estuvo parado durante unos instantes después de que se perdiera la jugada. La jugada fue chequeada en la sala de videoarbitraje varias veces, pero no consideraron como punible la acción del capitán blanco, por lo que ratificaron la decisión de Munuera Montero y le dieron luz verde para que el juego pudiera reanudarse. Así se resolvió la jugada polémica del partido entre el Eibar y el Real Madrid, con acierto del colegiado. 

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