Fue el único fichaje de la temporada del Real Madrid en el último verano y, evidentemente, las expectativas son altas con él. Pero para un joven de 21 años no es fácil llegar al conjunto blanco, triunfar y mantenerse. Martin Odegaard busca cumplir ese objetivo, un sueño que se ha marcado este jueves al soplar las velas de su tarta por su cumpleaños. El noruego afronta esta cita con optimismo después de recibir la noticia de que ya puede reincorporarse a los entrenamientos de grupo tras superar su última lesión.

Su desembarco de nuevo en la nave vikinga no ha sido sencillo. Su rol en el equipo es el de ser el cuarto centrocampista y, aunque desde el primer día ha contado para Zidane, al noruego se le está notando más tenso de lo habitual. No está con la misma frescura que demostró el año pasado en la Real Sociedad. Es evidente que ponerse la camiseta del Real Madrid pesa de forma especial. Aún así, algunos destellos han servido para ilusionar a la afición merengue.

Su llegada en 2014 estuvo marcada por la polémica. Un chaval desconocido llegaba a Valdebebas para jugar con el Juvenil y el Castilla. Sin experiencia, pero pretendido por todos los grandes de Europa, el Real Madrid ganaba una batalla de futuro. Al chico que se convirtió en el jugador más joven en debutar con el Real Madrid en Liga con 16 años y 157 días le llegaba ahora la gran oportunidad. Tras pasar por Heerenveen y Vitesse, en la Eredivisie, además de esa experiencia en Primera División de la última temporada, es su momento.

Mucho ha cambiado de ese joven que jugó ante el Getafe en la 2014/2015. Después de hacer su particular 'mili', Odegaard demostró que estaba listo para afrontar el gran reto que es asentarse en el Real Madrid. Bajo la batuta de Toni Kroos y con la vitola de ser el heredero de Luka Modric, el noruego se está empapando de todo lo que ve en estas dos súper estrellas para ser su relevo. No hace falta esperar tanto, porque su compromiso para esta temporada es apretar las tuercas a estos dos jugadores que están en un nivel superlativo.

Decisivo

Es el paso más importante de su carrera. Estos primeros minutos ya de forma madura con el Real Madrid están dejando entrever al futuro dueño de la medular blanca. La estrategia con este jugador y la confianza plena en su progresión han sido todo un éxito de la dirección deportiva. En el Santiago Bernabéu vieron algo que el resto no apreció, por eso pusieron todos los huevos en su cesta. Ahora vendrán los resultados para poner en énfasis esta gestión.

Dos lesiones le han quitado la continuidad que requiere un miembro de esta plantilla para poder asentarse. El ejemplo de Fede Valverde de la temporada pasada está sobre la mesa. El uruguayo se hizo su hueco aprovechando las bajas de miembros importantes del centro del campo blanco. Consolidó su posición en una Supercopa de España en la que fue esencial, un ejemplo que Odegaard podría repetir. Si no sufre más percances, llegará en plena forma a esa cita.

El noruego ya es una realidad en el Real Madrid. Solo le queda dar el paso definitivo, que pasa por varias actuaciones memorables que penetren en el ojo del madridista, para que sea reconocida su calidad de forma definitiva. Tiene el juicio más difícil del panorama mundial detrás, pero talento le sobra para conseguir que el aficionado merengue termine de convencerse de que está ante un jugador de época; y todo eso con tan solo 22 años.

[Más información: Hazard y Odegaard, 'fichajes' de invierno para Zidane en el Real Madrid]

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