El primer Clásico de la temporada entre Real Madrid y Barça continúa más en el aire que nunca. La inestabilidad política que hay en Cataluña dificulta la celebración del partido y LaLiga ya pidió este miércoles a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que el encuentro se trasladase del Camp Nou al Santiago Bernabéu. Una postura que no apoyan los dos grandes. 

Ni culés, ni madrileños abogan porque el primer choque entre ambos no se dispute en la Ciudad Condal. La postura del Real Madrid, secundada por el Barça es la de no querer que se invierta el orden de los Clásicos en el calendario y que se respeten las sedes tal y como están dispuestas desde el pertinente sorteo realizado en junio (primero Camp Nou y en la segunda vuelta el Santiago Bernabéu). 

A pesar de ello, la decisión no compete a ninguno de los dos clubes. La petición de LaLiga tendrá que ser analizada por el Comité de Competición, organismo que emitirá su fallo la próxima semana, como muy tarde el martes. Una fecha hasta la cual Real Madrid y Fútbol Club Barcelona podrán presentar alegaciones en defensa de sus intereses individuales. 

La decisión del Comité 

Dentro del Comité los encargados de votar se reparten en tres butacas: un representante de LaLiga (Pablo Mayor), otro de la RFEF (Carmen Pérez, jueza única y presidenta) y un agente de carácter independiente (Lucas Osorio). Cada uno de ellos tiene el 33% del poder para tomar decisiones.

Javier Tebas y Luis Rubiales EFE

 

LaLiga ya habría emitido su veredicto al enviar la petición del cambio de sede a la Federación, por lo que obteniendo el apoyo de solo una de las dos partes restantes conseguiría cumplir su objetivo de que el partido se jugase en el estadio Santiago Bernabéu. 

En lo único que coinciden varias de las partes, además del Gobierno (CSD), es que la seguridad del partido está en entredicho de celebrarse en Barcelona, por lo que su disputa fuera de la Ciudad Condal es un punto de unión. 

A pesar de ello, todavía no se puede descartar que El Clásico termine aplazándose, como se ha especulado en las últimas horas. Se trata de una opción que está sobre la mesa. Sin embargo, aquí existiría menos consenso que en el cambio de sede para el partido. 

Benzema junto a Piqué y Rakitic durante un Clásico EFE

LaLiga no quiere aplazamiento 

LaLiga ha mostrado su predisposición a cambiar el partido de emplazamiento, aunque no a su aplazamiento. Y es que las dos fechas libres que se pueden utilizar para disputar el encuentro en otro momento son las semanas del 2 al 5 y del 16 al 20 de diciembre.

Ambas posibilidades implican que El Clásico se jugaría en días laborales normales, ya que los fines de semana hay jornadas del campeonato nacional de Liga. Esto afectaría negativamente al organismo presidido por Javier Tebas, ya que los derechos audiovisuales perderían valor del mercado al jugarse el choque un martes o miércoles.

Javier Tebas, en la Gala de Embajadores de LaLiga EFE

Esto se explica en que supondría una perdida importante para las televisiones, además de que la audiencia se vería reducida. Y es que la hora (13:00) en la que está fijado el partido, de forma oficial, el próximo sábado 26 de octubre, está colocada de forma estratégica para que el duelo entre Real Madrid y Barça pueda ser seguido en todo el mundo con mayor proyección comercial. 

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