Zinedine Zidane aterrizó hace unos meses en Concha Espina para liderar la revolución que se avecina en el Real Madrid. En buena parte, el éxito o fracaso del nuevo macroproyecto que prepara Florentino Pérez depende de él. Sus decisiones afectarán directa e indirectamente a la consecución del objetivo de que el club blanco retorne a la senda del triunfo. Para ello contará con una baza estratégica importante en su plantilla: la ambición intrínseca que traerán consigo los nuevos fichajes.

El Real Madrid ya planifica la próxima temporada, peinando el mercado de traspasos y decidiendo hacia que rumbo quiere orientar la nueva plantilla. La hoja de ruta del club pasa por hacer una revolución silenciosa, complementando juventud, experiencia y talento. Para ello los blancos incorporarán futbolistas que suban el nivel del equipo, pero sin olvidar dar salida a los jugadores prescindibles para Zidane.

Entre los que se están en la rampa de salida se encuentran futbolistas como Bale, Isco, Lucas Vázquez, Ceballos o Llorente; sin olvidar la situación de duda que existe en torno a Keylor Navas y Jesús Vallejo. Pero el Real Madrid planea suplir estas bajas con fichajes de renombre. La lista de futuribles es amplia: Hazard, Pogba, Van de Beek, Mendy, Eriksen o Jovic.

La ambición de los nuevos fichajes 

Toda esta terna de futbolistas, además del ya oficializado fichaje de Militao, tienen un denominador común: el hambre por triunfar en Europa. Este elenco se caracteriza por su discreto palmarés, con la mayor excepción que es Eden Hazard. El belga ganó recientemente la Europa League y años atrás también ganó títulos de renombre como la Premier League; sin embargo, aún tiene una asignatura pendiente en la Liga de Campeones.

El Real Madrid puede ser el medio definitivo para que estos futbolistas asalten la Champions League. Y esta es un arma con la que los blancos cuentan para la próxima temporada: el hambre y la ambición. Esa que ha mermado en la plantilla del Real Madrid, con una generación blanca de futbolistas que lo ha ganado absolutamente todo y que necesita volver a tener ilusión.

El plan de Florentino Pérez y Zidane pasa por complementar la veteranía y la experiencia de ganadores natos como Ramos, Benzema, Modric o Carvajal, con la savia nueva y el hambre que aportarán los Hazard, Militao y compañía. Una dinámica que ya ocurrió hace años, por ejemplo, con los Di María, Modric, Benzema, James o Isco. Fichajes que llegaban al Santiago Bernabéu con ganas de devorar todas las competiciones y deleitar al mundo del fútbol.

Neymar y Mbappé, en busca del éxito

En el caso de galácticos como Neymar o Mbappé esta premisa también se repite. Ambos futbolistas, sobre todo el brasileño, han tenido reconocimiento en Europa y han ganado muchos títulos; sin embargo, cada uno en su medida, podrían querer dar un paso más en Europa.

Neymar, desde que saliera de Barcelona en 2017, pasó ganar un triplete a no volver a a saborear el éxito de uno 'Orejona'. En el caso de Kylian es diferente, ya que continúa con el proceso de crecimiento deportivo propio de su edad. Lo que es una realidad innegable es que el nivel de exigencia del fútbol francés se ha quedado demasiado corto para ambos.

El Real Madrid ofrecería a estos futbolistas lo más cercano a un quid pro quo convencional. Ambición, esfuerzo y sacrificio a cambio de éxito y reconocimiento. Un flujo de sinergias que podría devolver al club blanco a la dinámica de éxitos en la que estaba inmerso hasta esta temporada. 

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