El conjunto que lidera Marcelino García Toral sí que cumplió este lunes 20 de agosto con la tradición de efectuar el pasillo al ganador de la Supercopa de Europa 2018, el Atlético de Madrid, tras vencer al Real Madrid 2 a 4 en la capital de Estonia. Los once jugadores del Valencia elegidos por su técnico salían al terreno de juego junto con con el cuerpo arbitral para tener la cortesía con su primer rival de La Liga.

Por su parte, el Alavés también tuvo consideración con el vencedor de la Supercopa de España, incluso aunque ni jugase la competición, y quiso tener ese detalle con el conjunto que lidera Ernesto Valverde este pasado sábado cuando ambos equipos se enfrentaban en su primer encuentro en la competición doméstica de esta temporada en el Camp Nou.

De esta manera, el Barcelona quedaba una vez más retratado dentro del campo, ya que en la Jornada 17 de la pasada temporada se negó a realizarle dicho reconocimiento tras que el conjunto de Concha Espina se hiciera con el Mundial de Clubes 2017.

Los azulgranas alegaban que no iban a ejecutárselo por no haber disputado dicha competición, pero en 2006 si que se lo elaboraron al Sevilla al ganar la Copa de la UEFA. Esto reafirma que hay equipos que poseen elegancia, como el cuadro vasco, y no reniegan de una tradición que se lleva haciendo desde hace muchos años.

El Alavés le hace el pasillo al FC Barcelona

La 'deportividad' del Barcelona

Los de la Ciudad Condal presumen de los valors con los que cuenta el equipo blaugrana, pero parece que el término deportividad no está dentro de ellos, y así lo siguen haciendo vislumbrar en el césped. Tras que se opusieran a formarse en dos filas para que el Madrid pasará como el campeón que demostró, ha demostrado y sigue demostrando ser no había habido ningún problema en perpetuar la costumbre.

Un total de tres pasillos son los que se han dedicado ambos clubes. El primero de ellos el de 1988 cuando el cuadro merengue ganó su tercera Liga seguida. Después los blancos se lo devolverían tras hacerse con el mismo torneo en el curso 1990/1991. El último de ellos fue hace diez años en el Santiago Bernabéu, época en la que parece que los blaugranas conocían lo que era tener principios.

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