La intención de Luis Rubiales en la mañana de este miércoles era destituir a Julen Lopetegui como seleccionador nacional y que el tándem formado por Albert Celades o Fernando Hierro se hicieran cargo del equipo en el Mundial. La rueda de prensa prevista para las 10:30 se retrasó más de una hora y en ese tiempo las reuniones en Krasnodar fueron intensas y constantes. 

Sergio Ramos tuvo un papel clave para intentar la continuidad de Lopetegui en la Selección. El capitán medió y, tras hablar con el resto de sus compañeros, apretó a Rubiales para que diera marcha atrás. El jugador del Real Madrid expresó al presidente de la RFEF que lo mejor para el grupo era la continuidad del actual seleccionador y que un cambio en el banquillo a dos días del debut era un suicidio deportivo. 

Lopetegui durante un partido de España. Foto: Facebook (@sefutbol).

También tuvo su peso la opinión de Andrés Iniesta que medió a favor del ya nuevo entrenador del Real Madrid. Los jugadores expresaron su apoyo al técnico y aseguraron a Rubiales que no afectaría al rendimiento del equipo en Rusia. Sin embargo, la campaña realizada por diversos medios contra el entrenador por su fichaje por el Real Madrid consiguió su objetivo. 

Finalmente, Rubiales apareció en rueda de prensa y destituyó a Lopetegui contra la opinión de todos los jugadores. Una decisión motivada por orgullo y ego y que provoca un auténtico terremoto en la Selección. 

Noticias relacionadas