España cerró la preparación del Mundial 2018 firmando el peor partido desde que Lopetegui es entrenador, repleto de imprecisiones y a seis minutos de quedarse por primera vez sin marcar desde el cambio de seleccionador, hasta que Iago Aspas salió al rescate para tumbar la fortaleza física de Túnez.

Era la última prueba antes de un Mundial en el que sobre España recae uno de los favoritismos. La euforia de un tiempo inmaculado se frena en parte con dos amistosos de preparación que dejan dudas que se deben despejar en la competición. Los síntomas mostrados ante Suiza se confirmaron en un amistoso para el olvido ante Túnez. Dominio sin pegada, inseguridad en el pase y un mal repliegue defensivo mostraron carencias inesperadas en su primer acto. Algo que mejoró en el segundo con la entrada de Lucas Vázquez.

RAMOS Y LUCAS LOS MEJORES

Los madridistas desplazados a Rusia no brillaron en demasía, como el resto de la Selección. Sin embargo, el capitán estuvo inconmensurable, como siempre. Impulsó a los suyos desde atrás, aún con el sabido riesgo de dejar espacios atrás. Lucas entró la segunda mitad y contagió con su chispa habitual al centro del campo. Eso sí, el gallego fue objeto de incontables faltas por parte de los tunecinos. 

Sin embargo, Nacho e Isco no estuvieron igual de finos y fueron sustituidos al descanso. Asensio también fue de la partida, aunque entró en la segunda mitad. El balear estuvo fino con el balón e incluso le puso un balón perfecto a Costa que este acabó cediendo para que Aspas anotara el único tanto de un partido gris y del que no se pueden sacar conclusiones positivas de cara al Mundial. 

Noticias relacionadas