Más allá de otros jugadores con más renombre, Marcelo ha sido uno de los jugadores clave en la conquista de La Decimotercera. El Lateral izquierdo brasileño ha sido el máximo asistente del Real Madrid en la Champions League, con cuatro pases de gol.

El primero de ellos nació en fase de grupos, ante el APOEL en NicosiaChipre. Un centro del carioca fue cabeceado por Cristiano Ronaldo para poner el momentáneo 0-5 -el partido acabaría 0-6- en el minuto 49. A partir de ahí, Marcelo no volvería a dar una asistencia hasta tres meses después.

No obstante, fue clave en los momentos más decisivos de la conquista de La Orejona. Y es que en la vuelta de semifinales ante el Bayern Múnich en el Santiago Bernabéu, suyo fue el centro rematado por Karim Benzema para poner el empate a uno en el minuto once de partido. El encuentro finalizaría con empate a dos.

CLAVE EN LA FINAL

Los días previos a la final, la prensa inglesa y el propio Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, señalaban a Marcelo como el punto débil del Madrid, que podría ser explotado por Mohamed Salah. Sin embargo, no contaron con que el brasileño es más peligroso que cualquier otro extremo.

Dos de los tres goles anotados por el Madrid al Liverpool nacieron de sus botas. Y ambos fueron, precisamente, pases a Gareth Bale. El primero, un centro que el galés remato con una chilena inolvidable. El segundo, el pase para que Bale disparara de manera tan potente e inesperada que al propio Karius sorprendió.

Kiev fue testigo de otra exhibición de Marcelo, que además marcó ante PSG en la ida de octavos, ante la Juventus en la ida de cuartos y ante el citado Bayern en la ida de semifinales. Tres goles que se suman a sus cuatro asistencias, siendo el jugador merengue con más pases de gol dados en la competición.

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