Poco tiempo ya para el comienzo de la gran final de la Champions y la tensión crece por momentos. Dos aficionados del Liverpool se lían a puñetazos en plena calle ante la atónita mirada de los transeuntes. El punto de mayor tensión llega cuando, un vendedor de bufandas para el partido, arremete contra uno de estos dejándolo noqueado en el suelo. Finalmente, fueron varios de los que allí transitaban los que se hacían cargo del joven que presumiblemente habría ingerido grandes cantidades de alcohol.

Una final de Champions que lejos de esquivar la polémica, las está afrontando todas de golpe. Ya durante la mañana del día 26 las autoridades tuvieron que cerrar hasta cinco estaciones de metro por amenaza de bomba. Cabe recordar que el grupo islamista terrorista ISIS ha amenazado con boicotear la celebración de la final. Afortunadamente, horas más tarde, dichas estaciones fueron reabiertas tras confirmarse de que se trataba una falsa alarma. 

Pero la cosa no queda ahí, ya que durante la semana, aficionados del Liverpool fueron brutalmente agredidos por un grupo de ultras rusos encapuchados mientras aprovechaban para cenar en un céntrico restaurante del centro de Kiev. 

LOS DEPORTISTAS AJENOS A LA POLÉMICA

Mientras tanto, los jugadores de ambos equipos permanecen ajenos a toda polémica recluidos en sus respectivos hoteles de concentración. Las medidas de seguridad son muy férreas tanto para Liverpool como para el Real Madrid. Hasta un doble anillo de seguridad, compuesto por agentes policiales, velan por la integridad de los deportistas. 

Los aficionados del Real Madrid, por su parte, viven ajenos a los líos de los ingleses dentro de la Fan Zone que el Real Madrid ha habilitado para la ocasión. Música y espectáculo por doquier animan la jornada que podría culminar de la mejor manera posible para los madridistas.