La presentación de la nueva camiseta del PSG para la temporada 2018/2019 con Neymar como imagen parecía enfriar la salida del brasileño del club galo, sin embargo nada más lejos de la realidad ya que el futbolista estaba obligado a realizar dicha promoción por contrato. Dentro del astronómico sueldo de 37 millones de euros y la comisión por el fichaje que se llevó su padre entran una serie de actos y apariciones que el delantero debe cumplir para expandir la marca del equipo parisino a lo largo y ancho del mundo. Neymar no solo era una estrella para la plantilla de Emery, sino un icono con el que la entidad presidida por Al-Khelaifi quería acercarse al Manchester United o al Real Madrid en cuanto a ingresos publicitarios se refiere. 

Por tanto, la aparición de Neymar en la campaña del PSG no cambia nada sobre la situación del internacional canarinho. Sí es cierto que ni el futbolista ni el Real Madrid quieren entrar en guerra con el club francés, pero el deseo del brasileño por vestir de blanco la próxima temporada continúa latente. El traspaso se deberá hacer por las buenas o no se hará. Ahora, tal y como publicó EL BERNABÉU, es trabajo de Neymar, su padre y Pini Zahavi convencer a Al-Khelaifi para que acepte la salida de su máxima estrella. La posible sanción de la FIFA por incumplir el Fair Play Financiero es la mejor coartada posible para todas las partes y cerrar una venta después del Mundial de Rusia

Neymar y el Real Madrid

Neymar, al igual que Cristiano Ronaldo y Messi, es una empresa multinacional por sí mismo y mientras siga perteneciendo al PSG deberá cumplir con todos cláusulas contractuales para la explotación de la imagen del brasileño en beneficio de la entidad gala. La camiseta de la próxima campaña es buena prueba de ella. El delantero ha disparado las ventas desde su llegada a París y eso es algo que Al-Khelaifi no puede dejar de aprovechar independientemente de que finalmente abandone Francia antes del próximo 1 de septiembre. 

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