La Liga 2017/2018 comienza a despedirse. Quedan tan solo tres jornadas para poner el broche final a la temporada -el Real Madrid tiene cuatro partidos por delante por el aplazamiento de su duelo contra el Sevilla- y pese a que ya se conoce el nombre del nuevo campeón, aún el campeonato doméstico despierta interés por la lucha por los puestos europeos, ya que hasta el descenso está decidido -bajan a Segunda División el Deportivo de La Coruña, Las Palmas y el Málaga-, además de por el partido que enfrenta a los eternos rivales este domingo 6 de mayo en territorio culé (20:45 horas).

Con el título en las manos del conjunto dirigido por Ernesto Valverde, el equipo blanco llega al Camp Nou con el objetivo de no solo dar una alegría a la afición antes de la final de la Champions League, sino para demostrar que son superiores al Barça de Messi. El 0-3 en el Santiago Bernabéu, durante la primera vuelta del campeonato doméstico, fue una derrota que dolió y es que a pesar que el Barcelona ya es campeón, un Clásico siempre tiene la dosis suficiente de morbo y pasión. 

El vestuario del Madrid quiere El Clásico

EL MADRID QUIERE RESPONDER EN EL CAMPO

La plantilla merengue ha visto como en los últimos meses han sido ninguneados por sus resultados en Liga, por lo que una victoria en el feudo blaugrana sería el golpe en la mesa que necesitan para poner su confianza en el punto más alto. Como dijo Sergio Ramos después del partido de vuelta ante el Bayern Múnich, el Madrid siempre responde en el campo y es precisamente ahí donde quieren demostrar su superioridad. 

Todo ello con el ambiente hostil al que tendrán q hacer frente el próximo domingo en la Ciudad Condal. Silenciar a los culés y mandar un claro aviso: si se gana la Champions, el doblete blaugrana pasará a un segundo plano.

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