Ante el Numancia volvió a quedar claro que el Real Madrid atraviesa una importante crisis de juego de la que no logran levantarse. Si el equipo titular salió escaldado del Clásico y del choque contra el Celta, el Plan B lo ha hecho de la eliminatoria contra el Numancia.

El año pasado el rendimiento de ambos iba de la mano y tanto los titulares como el banquillo rozaban el sobresaliente, ahora los síntomas de los hombres de confianza de Zidane se han constipado a los del banquillo que presentan sus mismas carencias.

ERRORES EN DEFENSA Y FALTA DE INTENSIDAD

La defensa del Madrid pudo hacer más en los goles del Numancia. Cada aproximación al área del rival -sea el equipo que sea- es casi siempre una ocasión manifesta de gol y este miércoles volvió a ser así. Es cierto que es a Carvajal a quien pilla la espalda Marc Mateu en la acción del primer gol, pero fue una jugada rápida que pilló desprevenido a toda la zaga que dejó a merced a Casilla.

Además, como en los titulares, el equipo se vino abajo en la segunda parte entregando la pelota al Numancia en los minutos finales... y llegó el empate. La reacción del Madrid tras el segundo desesperó al público que vio como los suyos se encerraban para aguantar el empate ante un equipo de Segunda.

IGUALES EN EL CARA A CARA

Asensio es el líder del Plan B como Cristiano lo es del Equipo A; y como el portugués, el mallorquín está desaparecido. Por suerte para Zidane, son Lucas y Bale los que están tirando del carro en estos momentos. Las similitudes no se quedan ahí y es que ni Casemiro ni Llorente están a su nivel, Keylor y Casilla no salvan partidos, las bandas no funcionan y el toque de Kroos y Ceballos no es tan preciso como debería. Solo Mayoral parece mejorar los goles de Benzema...

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