Los duelos entre Valencia y Real Madrid siempre suelen ser sinónimo de polémica sobre el terreno de juego. Y en este duelo donde ambos equipos llegaban con una firme necesidad de victorias no iba a ser para menos. Los jugadores blancos reclamaron dos penaltis al colegiado Sánchez Martínez.

La primera jugada conflictiva del choque ocurrió en el minuto 44 de partido, cuando Gareth Bale fue derribado de forma clara por Orbán dentro del área valencianista. El colegiado del encuentro no quiso señalar una pena máxima que había visto todo el estadio, decisión que desembocó en un rápido contragolpe que terminó provocando el penalti de Pepe y posterior gol de Parejo. Un pena máxima que en este caso sí señaló Sánchez Martínez.

El equipo blanco también reclamó un nuevo penalti en la segunda mitad, cuando Abbdenour derribó a Cristiano Ronaldo dentro del área valencianista. En el mismo contragolpe, Kovacic cometió una dura entrada sobre Cancelo que le costó la expulsión. Una tarjeta roja que no hubiera visto el jugador croata si el colegiado hubiese señalado el penalti del central tunecino sobre Cristiano.

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