Durante este comienzo de la temporada son muchas las caras nuevas y jóvenes que están dando que hablar en el Real Madrid Castilla. Las bajas en la defensa han forzado a Raúl González ha innovar, pero también han servido para que valore opciones desde la defensa. Si Marvel ha copado páginas de periódicos ya, no menos mérito tiene lo de Rafa Marín (Guadajoz, Sevilla, 2002). Este joven central ha presentado los suficientes galones como para que Carlo Ancelotti esté pendiente de su progresión.

Lo normal sería pensar en él para el futuro, pero la realidad es que este zaguero comienza a dar la sensación de que ya es presente. Está demostrando ser muy sólido en la zaga. Defiende bien los cruces, mantiene la concentración todo el encuentro y lee bien las trayectorias de los balones, anticipándose a los movimientos de sus rivales. El último partido frente al Villarreal B es un ejemplo para comprobar cómo está creciendo este central encuentro tras encuentro.

No es una novedad porque ya la temporada pasada con el Juvenil ya dejó grandes destellos de su calidad. A pesar de ser espigado con su 1,90 metros tiene una buena velocidad punta que le permite tener confianza en su juego y ser capaz de atrapar a los atacantes rápidos en carreras largas. Eso lo combina con una capacidad para dominar el aire con grandes saltos que le permiten imponerse con facilidad en los duelos cuando el balón no va a ras de suelo.

A la vez, es muy bueno con el balón. Es capaz de encontrar a sus compañeros con pases precisos y romper líneas contrarias con sus desplazamientos. No le tiemblan las piernas cuando tiene que ser el responsable de hacer buenos los primeros instantes de la creación de una jugada. Su técnica, aunque no es por lo que más brilla, le permite ser lo suficientemente completo como para que Raúl haya decidido por instantes que sea el líder de la zaga.

De Sevilla a La Fábrica

Como Florentino Pérez hizo en 2005 yendo a por Ramos a Sevilla, la dirección deportiva que se encarga de los futbolistas de la cantera se lanzaron a por un central que despuntaba en el Alcolea, una humilde equipo de la provincia andaluza. Eso es lo que le permitió fichar por el conjunto del barrio de Nervión. Marín llegó a La Fábrica en 2016 con unas altas expectativas sobre su calidad para ser líder del eje de la zaga. Nacido en Guadajoz, aparcó su pasión por las motos para iniciarse en el fútbol.

El futbolista tiene una vinculación con el club hasta 2023, pero estas buenas actuaciones con el filial le están poniendo más focos encima. Este último verano salían Sergio Ramos y Raphael Varane. Se asemeja más al francés por su físico, pero su admiración por el también sevillano le ha hecho coger muchas de sus características. El último central en asentarse desde la cantera fue Nacho Fernández, pero Rafa Marín ya está peleando por ser el siguiente.

[Más información: Peter vuelve a maravillar con el Castilla: el doblete que valió una remontada heroica ante el Villarreal]

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