Tavares, en pelea por un balón.

Tavares, en pelea por un balón. REAL MADRID

Baloncesto PARTIZÁN 80-82 REAL MADRID

El Real Madrid resucita a tiempo y fuerza el cuarto partido de la eliminatoria ante el Partizán

Los de Chus Mateo se sobrepusieron a un pésimo inicio y, de la mano de Williams-Goss y Tavares, le dieron la vuelta al marcador (80-82). 

2 mayo, 2023 22:47

Jamás en la Historia de la Euroliga ha habido un equipo capaz de levantar un 0-2 en contra en los cruces. Con ese marcador se plantó el Real Madrid en Belgrado, con todo en contra, con unas malas sensaciones en cuanto a juego en los dos primeros encuentros, con los nervios propios de perder una nueva competición antes de tiempo y con un ambiente más hostil que nunca después de la batalla campal del WiZink Center. [Así vivimos el Partizán 80-82 Real Madrid]

Todo apuntaba a una nueva victoria del Partizán con el tremendo apoyo de su público, más aún con el parcial de 12-0 inicial que obligó a Chus Mateo a parar el partido a los pocos segundos. En el choque anterior sucedió algo similar y el Real Madrid se mostró incapaz de voltear el marcador, así que todas las alarmas se dispararon y los fantasmas sobrevolaron el Stark Arena. 

En el primer cuarto los blancos estuvieron contra las cuerdas. Parecía imposible parar el ataque del Partizán, que iba en una proyección de anotar más de 100 puntos, pero poco a poco Chus Mateo fue tocando teclas y ajustando desperfectos. Fue un trabajo de detalles, de picar piedra, de esas labores feas y desagradables pero que terminan ganando partidos. 

Williams-Goss, durante el partido ante el Partizán.

Williams-Goss, durante el partido ante el Partizán. REAL MADRID

Hasta bien entrado el tercer cuarto el Real Madrid no logró ponerse por delante en el marcador. Lo consiguió especialmente gracias al partido de Williams-Goss y al de Tavares. Este dúo terminó el choque con 48 puntos, una muestra de poderío sobrenatural que trajo de cabeza a Obradovic y a toda su defensa. 

Por el momento, el Real Madrid no ha hecho nada más que forzar un cuarto partido en la serie, pero todo lo sigue teniendo en contra. Los blancos gozarán de una vida extra en la Euroliga después de salvar el primer matchball, y aunque las estadísticas digan que nadie antes ha logrado la hazaña, sueñan con volver a ganar el jueves y devolver la eliminatoria a la capital de España. 

El miedo en el cuerpo

El Real Madrid jugaba sin red. No había opción al tropiezo, no se podía permitir ni el más mínimo despiste si quería seguir vivo en la Euroliga. Sin embargo, la película no pudo comenzar peor para los blancos porque el parcial de 12-0 favorable al Partizán y el ensordecedor ambiente del Stark Arena hacían presagiar que nada bueno iba a ocurrir en este partido. 

El primer cuarto fue terrible para los de Chus Mateo, que se vio obligado a parar el choque nada más comenzar. Incapaz de frenar la sangría y sin claridad en ataque, el Real Madrid se vio por momentos doblado en el marcador y se marcó 13 puntos abajo (32-19). La renta era ya de por sí complicada de levantar, pero es que las sensaciones eran de todo menos buenas y los serbios parecían imparables. 

Ya ahí Williams-Goss empezó a taponar la sangría, pero él no solo no se bastaba para hacer frente a todo un Partizán. Los locales machacaban desde el perímetro y el Real Madrid no sabía muy bien cómo frenar la jauría que le venía encima en cada ataque, hasta que dio con la tecla. Los blancos cambiaron la cara por completo en el segundo cuarto, se metieron en el partido y, como si hubieran tocado un interruptor mágico, parecieron mutar fácilmente. 

Subieron la intensidad en defensa y por eso el Partizán estuvo cuatro minutos sin anotar, lo que propició un parcial de 0-9 que puso las cosas casi como al principio. El resultado al descanso (48-45) era casi milagroso teniendo en cuenta lo que se había visto durante los primeros 10 minutos.

La segunda mitad fue una pelea de tú a tú en la que había un miedo tremendo a fallar. Comprensible en el Madrid, no tanto en el Partizán, que iba con colchón. El Real Madrid se basó en el poderío físico de Tavares y en la exhibición de Williams-Goss para suplir otros errores de bulto, mientras que los serbios no estaban a gusto.

Tres puntos arriba (63-66) entraron los de Chus Mateo al último cuarto. Ahí se iban a jugar todo, una buena parte de la temporada, y supieron solventar la papeleta con éxito. El Partizán volvió a ponerse por delante pero el Real Madrid se mostró sólido y, de nuevo con Tavares y Williams-Goss como protagonistas, decidió que habrá cuarto partido de la serie.

Partizán 80 - 82 Real Madrid

Partizán: Nunnally (13), Andjusic (6), Madar (12), Smailagic (15), Leday (15) -cinco inicial-, Exum (11), Avramovic (-), Koprivica (-), Papapetrou (4), Trifunovic (2), Vukcevic (2).

Real Madrid: Williams-Goss (22), Llull (-), Musa (9), Cornelie (-), Tavares (26) -cinco inicial-, Hezonja (12), Randolph (1), Sergio Rodríguez (3), Rudy Fernández (6), Hanga (3).

Parciales: 32-19, 16-26, 15-21, 17-16.

Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Mehdi Difallah (FRA) y Emin Mogulkoc (TUR). Eliminaron por faltas a Yam Madar (min.39)

Incidencias: Tercer enfrentamiento del playoff C de la Euroliga disputado en el Stark Arena de Belgrado ante 20.000 espectadores. En la previa los jugadores mostraron una pancarta en la que se leía "El baloncesto une a la gente".