Ha llegado la hora de la verdad. El conjunto que dirige Pablo Laso se enfrenta al tramo decisivo de la temporada en posición de preeminencia ante sus rivales por el factor cancha. A falta de dos jornadas de Euroliga, los blancos ocupan la cuarta plaza en la clasificación y dispondrían de ventaja de campo en la fase que da acceso a la Final Four. Tras una pelea sin tregua, los madridistas han conseguido reponerse de las numerosas bajas que han sufrido -Kuzmic Llull de larga duración, Ayón, Randolph...- y están a un paso de lograr el objetivo.

EL MADRID NO DEPENDE DE NADIE

Lo más importante a la hora de valorar las opciones del Real Madrid es que los blancos dependen de sí mismos. Además, con su principal perseguidor -Panathinaikos- los merengues tienen ganado el average particular, una ventaja que podrá ser decisiva si ambos equipos concluyen en la misma situación que están ahora: tienen el mismo balance (17-11) . Situación que, todo apunta, se dará ya que los griegos disputarán sus dos encuentros ante equipos que no tienen nada en juego. Recibirán al Valencia Basket en Grecia y viajarán a Milán para zanjar esta fase. Por su parte, los madridistas tendrán que visitar al Estrella Roja -feudo complicado por la afición- y cerrará en casa ante el Brose, que tampoco se juega nada.

LAS CUENTAS DEL REAL MADRID

En caso de tener que hacer cábalas, el Real Madrid ya ha encontrado una situación que le situaría en la siguiente fase con factor cancha, sin tener que jugársela en el último partido. De ganar al Estrella Roja, si el Valencia le devuelve el favor a los blancos logrando una victoria ante el Panathinaikos, los de Pablo Laso no necesitarían acudir al último encuentro para certificar su ventaja. 

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