A sus 38 años, el capitán del Real Madrid de baloncesto está atravesando por uno de sus mejores momentos deportivos. Deja Felipe Reyes atrás una serie de temporadas en las que por más de una vez tenía que visitar a los médicos del Madrid para tratar alguna lesión que otra.

Este año el capitán, haciendo alarde de tal prestigioso sobrenombre, se ha echado atrás al equipo ante la plaga de lesiones que se vinieron a comienzos del curso y ha marcado el camino para inexpertos andantes como Tavares, Doncic, Thompkins o Campazzo. 

FELIZ HASTA QUE DIGA BASTA

"Me encuentro muy bien. Soy feliz, me respetan las lesiones y eso se refleja en la cancha. Seguiré así hasta que el cuerpo aguante".

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