El base del Real Madrid, durante el entrenamiento matutino de esta mañana de cara a culminar su recuperación de la maltrecha lesión de rodilla que sufrió el pasado verano, ha coincidido con el júnior madridista Melwin Pantzar en la pista de entreno de la Ciudad Real Madrid.

En la secuencia se puede observar como alumno y maestro  se retan a una carrera hasta el centro del campo para recoger la pelota y, el que la cogiese, debiera enfrentarse al otro -en el papel de defensor- y procurar encestar. La grata sorpresa para las aspiraciones del joven, es el tremendo tapón que le coloca al de Mahón, que se lo tomaba entre risas, demostrando una vez más el buen rollo que reina entre todas las categorías de baloncesto.

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