El período de vacaciones se encuentra ya entre nosotros. Para muchos es el tiempo de ir a la playa y entre los objetos que nos llevamos, nuestro smartphone no puede faltar. Ya sea para jugar, chatear en aplicaciones, navegar o sacar fotos, es habitual que llevemos el teléfono con nosotros a casi todas partes. Muy cómodo, aunque tiene sus riesgos también.

Una buena preparación es necesaria en este caso, ya que nos permitirá evitar disgustos si tenemos pensado usar el móvil durante nuestras vacaciones en la playa. Hay muchos riesgos que pueden afectar al funcionamiento del dispositivo, que no solo se deben tener en cuenta, sino que también debemos evitar.

Evitar el sol

Uno de los aspectos más repetidos en este caso, pero con el que tenemos que tener especial cuidado en la playa. Los teléfonos móviles no tienen una relación especialmente buena con las temperaturas altas, mucho menos con una exposición directa al sol. Evitar que el teléfono esté expuesto al sol directamente es por tanto necesario. Se evita de esta forma que se vaya a calentar en exceso, con los problemas que ello causa en el mismo.

Mantener el teléfono en la sombra todo el rato, ya sea en una mochila o bajo la ropa, es lo mejor, ideal si tenemos una sombrilla en este caso. Si lo vamos a usar, es mejor que sea de manera breve o evitando que esté expuesto durante dicho tiempo al sol. Al menos lo más posible, ya que hay momentos en los que es inevitable que el sol vaya a apuntar al teléfono. Pero en dicho caso debería ser lo más breve posible.

Cuidado con la arena

Si vamos a usar el smartphone en la playa, la arena es una de nuestras mayores preocupaciones. Que se cuele arena en el teléfono es algo funesto, que puede tener consecuencias negativas en su funcionamiento. Esto supone que tenemos que hacer todo lo posible para evitar que haya arena en el teléfono, que por desgracia se puede colar de muchas maneras en el mismo. Tendremos que andar con mil ojos.

No dejar el teléfono nunca directamente sobre la arena, o evitar situarlo en la toalla, que en muchos casos puede acabar teniendo bastante arena. Mejor tenerlo en una mochila o alguna superficie que esté un poco más elevada. Si se tiene el teléfono en el bolsillo del pantalón o bañador, hay que ser cuidadoso a la hora de moverse, sobre todo si se va a estar mucho en la arena (tumbado, jugando, etc). Es fácil que se acabe colando algo en el propio bolsillo y pueda llegar al teléfono.

Uno de los mayores problemas llega si se quiere usar el teléfono en la playa. Evitar a toda costa que haya arena en las manos, sobre todo en los dedos. Por eso, muchos prefieren no tocar la pantalla del dispositivo y completar algunas de las tareas usando comandos de voz. Esto evita que haya posibilidades de que la arena entre en el teléfono y se acabe causando algún daño que afecte a su funcionamiento. Teniendo en cuenta que Google Assistant puede hacer muchas tareas para nosotros, es una opción de comodidad.

¿Resistente al agua?

Es muy probable que tengas un smartphone resistente al agua. Aunque como ya os mostramos, este tipo de pruebas se ejecutan en agua dulce normalmente y hacen referencia a agua dulce. Esto significa que si el teléfono se moja en el mar, es probable que haya daños en el mismo, a pesar de que tenga una certificación de resistencia al agua. Además, se dan casos en los que el usuario no ha sido informado de forma correcta, como ha pasado con Samsung en Australia.

Incluso aunque sea resistente al agua, lo recomendable cuando estamos en la playa es no entrar en el agua con el teléfono. A no ser que se esté usando alguna funda protectora, que permita evitar problemas en este sentido. En la actualidad hay muchas fundas disponibles que permiten usar el teléfono en el agua, evitando que entre agua en el mismo y dan protección total. Así que pueden ser una opción de interés para las vacaciones en la playa. No son caras y ayudan a proteger el teléfono en este tipo de situaciones.

Si ha pasado lo peor y el teléfono se ha acabado mojando, siempre hay ciertos aspectos que pueden ayudar en esta situación. Incluso en el caso de haber usado una funda puede haber algún accidente, así que es bueno estar atentos y controlar en todo momento que no se cuele agua en la misma. Si llegara a pasar, alguna de las soluciones que se muestran allí pueden ser de ayuda.

Revisar cuando vuelvas al hotel

Puede que hayamos tomado todas las precauciones posibles, pero es bueno que tras un día en la playa, al regresar al hotel, se revise el teléfono. Nunca se sabe lo que ha podido fallar, por lo que una detección de este tipo de problemas a tiempo es una buena manera de darles solución lo antes posible y evitar que vayan a más. Es posible que en una de estas revisiones detectemos algo.

Buscar y comprobar que no se haya mojado y que no se haya colado arena en ninguna parte en el teléfono. Sobre todo los puertos pueden ser una parte sensible en la que es bastante fácil que se acabe colando arena de la playa. Si ha entrado algo de arena en el mismo, tenemos que trabajar con mucho cuidado a la hora de retirarla, ya que no queremos arañazos en la pantalla del dispositivo.

En estos casos, usar celo o cinta adhesiva es una buena forma de poder obtener dicha arena, sin que se vayan a causar daños en la pantalla del dispositivo. Se usa como una especie de aspiradora, que permite ir obteniendo cada grano de arena que vaya quedando en el teléfono. Además, una vez en el hotel, es mejor mantener el teléfono a la temperatura de la habitación, temperatura ambiente. Esto es mejor para la batería del mismo.