Xiaomi ha realizado una apuesta de futuro muy clara en la que los coches eléctricos serán uno de los tres pilares de la empresa. Unos vehículos que llegarán a Europa (y esperemos que a España) en 2027.
En menos de tres años Xiaomi ha pasado de no haber fabricado ningún coche a tener dos modelos de producción y haber batido algunos récords en circuito. Es algo loable incluso para el mercado chino.
Para ello la compañía ha invertido decenas de miles de millones de dólares, pero también ha dejado claro que ha aprendido de los rivales.
Un buen ejemplo es lo que ha dicho el CEO de Xiaomi, Lei Jun, que ha confirmado que Xiaomi compró varios coches de Tesla para desmontarlos y aprender de la ingeniería de los estadounidenses.
Esta práctica no es rara. De hecho, hemos visto coches de Xiaomi en fábricas de competidores del calibre de Ferrari.
Prueba del Xiaomi YU7
El directivo contó en el Centro Nacional de Convenciones de Beijing que compraron "tres Model Y a principios de este año, desmontamos las piezas una por una y estudiamos cada componente, uno a uno".
El motivo era compararlo con el Xiaomi YU7, y ver si había algo que pudieran mejorar. Es más, el ejecutivo no se quedó corto en halagos, indicando que si un usuario no valoraba comprar un Xiaomi YU7, haría bien en considerar el modelo de Tesla.
Y no es la primera vez que el directivo indica que los compradores, si no quieren esperar a que les fabriquen los Xiaomi YU7, hacen bien en comprar modelos de otras marcas.
Más allá de gustos personales, habiendo podido conducir ambos coches, está claro que Xiaomi tiene ventaja sobre la marca dirigida por Elon Musk en China. No sólo por precio y equipamiento, sino por acercamiento a los consumidores.
Xiaomi YU7
El usuario chino valora ciertas cosas que el occidental no, y las marcas de ese país lo saben y se esfuerzan en agradar a los potenciales compradores, que siempre buscan algo nuevo y no tienen mucha lealtad a las marcas.
Habrá que ver cómo es la llegada de los coches de Xiaomi a Europa, y si realiza algunas concesiones para los gustos de los clientes del viejo continente, o si bien ofrece exactamente lo mismo que en China.
