Comprar online se ha vuelto algo realmente común. La mayoría de las veces lo hacemos en tiendas que ya tienen una gran reputación, empresas muy consolidadas. Pero en ocasiones lo que hacemos es comprar cosas de segunda mano, en portales pensados para ello.

Es ahí cuando tenemos que tener más cuidado ya que, incluso teniendo precaución, es posible que se nos escape algo y acabemos siendo estafados.

Os vamos a dar tres consejos genéricos que siempre está bien aplicar, aunque somos conscientes de que cada compra es diferente.

Si insiste es mala señal

Alvarez del Vayo El Androide Libre

Una de las tácticas más usadas, porque funciona, a la hora de vender algo es presionar al comprador. Esto hace que tenga que tomar la decisión rápido, sin tiempo para pensar. Si dudas si comprar algo y el vendedor mete más presión de lo que consideras normal, no está de más repensarse la compra.

No dejar que una persona medite una decisión es una estrategia clásica para lograr que haga lo que uno quiere, en este caso, enviar el dinero sin tener todas las garantías.

Frases como "Tengo otra persona interesada", "El precio subirá pronto" y demás activan ese mecanismo que nos hace tomar la decisión de forma precipitada para no quedarnos sin el objeto de deseo.

Los fines de semana son peliagudos

Aunque los bancos tienen servicios d atención todos los días, así como las plataformas de compraventa, los fines de semana la capacidad de asistencia es mucho menor. Por eso muchos estafadores intentan realizar las ventas los viernes, para que cuando queramos darnos cuenta el problema se haya alargado ya varios días.

Siempre hay que tener cuidado al comprar online Foto de John Schnobrich Unsplash

La suplantación de identidades

Ver las calificaciones de una persona o una tienda online es algo que hacemos de forma rutinaria para comprobar que no estamos cayendo en un fraude.

El problema es que cada vez es más normal que haya suplantaciones de identidad de pequeñas tiendas o negocios, que ven cómo se usa su imagen para cometer delitos.

Estos casos se han visto en plataformas como Wallapop.

Aquí podemos mencionar la necesidad de fijarnos en el tipo de escritura de los textos, la urgencia con la que se nos habla, etc. No obstante, el problema aquí es para los dueños de las tiendas.

Foto de portada de Christin Hume.

Te puede interesar

Noticias relacionadas