Aunque parezca que han pasado muchos años, hasta hace no mucho los terminales de Samsung con sistema operativo Android utilizaban una interfaz llamada Samsung Experience, heredera de Touchwiz. Pero hace dos años la empresa dio un golpe de timón con la presentación de One UI, una de las interfaces que corren encima del sistema más versátiles y mejor diseñadas del panorama actual.

Con el tiempo esta interfaz ha evolucionado y se ha adaptado a los terminales en los que se ha instalado. el mejor ejemplo es el Samsung Galaxy S20, una familia de terminales de gama alta que se ha pensado hasta en detalles pequeños de los que One UI se aprovecha. La propia empresa destaca cuatro ejemplos.

Una pantalla con una fluidez envidiable

Recuerdo perfectamente la primera vez que pude utilizar un modelo de esta familia en un evento de presentación para la prensa. Todos los rumores y filtraciones se centraban en la cámara de estos móviles, pero lo que de verdad me fascinó a mí fue la pantalla.

Parte de culpa la tienen los 120 Hz de tasa de refresco máxima que pueden mostrar estos móviles.  One UI se ha diseñado para exprimir esta característica y ofrecer unas mejores transiciones en el sistema.

Adaptándose a las pantallas

Una de las características principales de esta interfaz de Samsung es que es capaz de adaptarse a múltiples diagonales diferentes de pantalla.

Habiendo podido probar el Samsung Galaxy S20 y también el Galaxy S20 Ultra os puedo garantizar que se usan de manera muy diferente aunque parezca muy similares.

Sin embargo, algo que se agradece en zonas como las aplicaciones propias de Samsung o en los ajustes, es que One UI permite el uso a una mano de zonas de la interfaz que en otros terminales del mismo tamaño requerirían usar dos manos.

También se aprecian mejoras en las transiciones del sistema, o en los movimientos de los elementos de la misma, como los iconos.

La vibración importa

Otro de los detalles en los que se distinguen los móviles de gama alta de otros más económicos en es en el sistema de vibración. En el diseño de la retroalimentación táctil de los Samsung Galaxy S20, la compañía ha decidido aplicar la retroalimentación táctil a las funciones y acciones más relevantes, como la cámara.

Al utilizar la interfaz de la misma para modificar el zoom, o parámetros del modo avanzado como la velocidad de obturación con la apertura, el sistema vibrará para darnos una respuesta a los gestos que estamos haciendo.

Otro ejemplo de cómo la interfaz utiliza la vibración es en la búsqueda de elementos por orden alfabético, como en nuestros contactos. Al saltar de una letra a otra habrá un ligero cambio en la vibración que nos irá guiando en nuestra búsqueda.

Y el teclado no podría ser una excepción, con vibraciones diferentes en función del tipo de teclas que estemos pulsando. No será lo mismo pulsar una letra que alguna de las teclas de función del teclado.

Sonidos pensados para relajar

El último apartado destacado por Samsung hace referencia a la música. En concreto a los sonidos integrados dentro de One UI, pensados para llamar nuestra atención sin estresarnos.

Esta estrategia está en la línea de lo que Google ha hecho en los últimos años con elementos como bienestar digital, que nos ayuda a ser más conscientes del uso que hacemos de nuestros móviles.