Pocas noticias han provocado un revuelo mediático tal como el originado por el veto de Estados Unidos a Huawei. Seguro que no tenemos que refrescarte demasiado la memoria ya que lleva en las portadas desde el pasado 20 de mayo; con todas las consecuencias, desde la prohibición de usar el Android de Google a la utilización de la arquitectura de procesador de ARM.

Las pérdidas para Huawei han sido millonarias. Caídas en ventas, pérdida de confianza, su palabra se ha puesto en entredicho, caída en la credibilidad… Y ahora, tras casi mes y medio de que Huawei entrase en la lista negra comercial del país estadounidense, Trump ha decidido que el susto debía llegar a su fin.

Trump da a conocer el fin del veto a Huawei en la conferencia del G20 de Osaka

Fotografía: El Español

Se esperaba un encuentro tormentoso en la actual cumbre del G20. En la foto de familia, con todos los dirigentes posando en grupo para la posteridad, ya se entrevió cierto acercamiento entre Xi Jinping, presidente de China, y Donald Trump, su homólogo de Estados Unidos. El dirigente oriental se acercó al estadounidense en pos de estrechar los lazos comerciales. Y parece que el gesto ha surtido efecto ya que ambos países decidieron enterrar el hacha de guerra; para suerte de Huawei.

Pese a todo, habrá que esperar a las próximas semanas para ver cómo se concretan las medidas que realmente hagan que las empresas americanas puedan seguir haciendo negocios con Huawei.

La seguridad nacional parece que ya no es un problema

Eran muchos los analistas políticos y financieros que apuntaban a que las reticencias de Trump a la hora de permitir a Huawei operar no eran tanto por el espionaje como por el déficit comercial entre los dos países. Estados Unidos gastaba más en productos chinos que China en productos estadounidenses.

Esto es algo que no gustaba al presidente, acostumbrado a negociar siempre usando la presión para amilanar a sus contendientes. Y eso hizo con Huawei.

Una vez alcanzado un acuerdo comercial satisfactorio para las dos partes, parece que no habrá aranceles en ninguna dirección y, además, Estados Unidos levantaría el veto sobre Huawei, por lo que empresas como Google o Microsoft podrán seguir haciendo negocios con ella. También ARM y otras marcas afectadas por la entrada de Huawei en la Entity List.

¿Que pasará con el sistema operativo de Huawei?

Aunque parece que las cosas se han calmado, al menos por el momento, no habría que quitarle la vista de encima al proyecto que Huawei está desarrollando de forma independiente.

Si algo se ha demostrado en las últimas semanas es que la dependencia de los fabricantes de móviles de Google es enorme y, si es posible, muchas intentarán disminuirla.

Por el momento, los usuarios de móviles de Huawei pueden estar incluso mas tranquilos que hasta ahora ya que el limite del 19 de agosto se ha evaporado.

Está por ver que lo que ha pasado en las últimas semanas no afecte al desarrollo e implantación de Android a nivel internacional en los próximos años.