Tras la llegada a España de los VIVO X300 Pro y OPPO Find X9 Pro. el siguiente en presentar su móvil de gama alta ha sido REALME, con el REALME GT 8 Pro.
Al contrario que los dos modelos mencionados, este es uno de los pioneros en integrar la potencia bruta de la nueva generación de procesadores de Qualcomm.
Este dispositivo no es simplemente una iteración más en el calendario anual de lanzamientos, sino una declaración de intenciones por parte del fabricante asiático, que busca consolidarse en la gama alta más competitiva.
Además de apostar por el mejor procesador del momento, este REALME estrena colaboración fotográfica con Ricoh, además de una batería de impresión.
Todo ello lo hace aumentando notablemente el precio. La versión más potente, con 16 GB de RAM y 512 GB de memoria interna, costará 1.199 euros en España. La básica, con 12+256 GB, parte de los 999 euros, aunque de forma promocional cuesta 899 euros, un precio mucho más asumible.
Un módulo con tornillos
La apuesta de REALME con este GT8 Pro no se queda solo en el apartado técnico. Estéticamente es un móvil convencional, con una pantalla plana con marcos aceptablemente pequeños.
Tiene un canto metálico en tono mate que evita las huellas y una parte trasera que hace lo mismo. Y es en esa parte donde está el punto distintivo.
REALME ha diseñado un módulo de cámara con una placa que se puede quitar. Es simplemente algo estético, pero aporta algo diferente.
Gracias a dos tornillos que hay en los laterales, podemos quitar esa placa y dejar la silueta que recuerda a un robot o poner una placa circular y otra cuadrada.
REALME GT8 Pro
Ambas tienen su propia funda, porque la perforación, al tener formas diferentes, no son compatibles.
Más allá de ese detalle, que no deja de ser un intento de diferenciación, el móvil está bien construido, no pesa mucho para la batería que tiene y es cómodo en la mano.
Potencia bruta
El cerebro que da vida a este terminal es el Snapdragon 8 Elite Gen 5, la plataforma móvil más potente desarrollada por Qualcomm hasta la fecha. Su construcción se basa en el avanzado proceso de fabricación N3P de 3 nanómetros de TSMC.
Este dato técnico es crucial, pues la litografía de 3 nanómetros permite una mayor densidad de transistores en un espacio más reducido, lo que se traduce directamente en una mayor eficiencia energética y una reducción considerable del calor generado durante tareas de alta demanda.
REALME GT8 Pro
La arquitectura elegida para este procesador rompe con esquemas tradicionales, presentando una configuración de ocho núcleos distribuida en un conjunto de 2+6.
Esta disposición es sumamente agresiva, priorizando el rendimiento bruto al contar con dos núcleos principales de altísimo rendimiento y seis núcleos dedicados a sostener la carga de trabajo pesada, dejando atrás los núcleos de eficiencia de bajo consumo que solíamos ver en generaciones pasadas.
Con una velocidad de reloj que escala hasta los asombrosos 4,6 GHz, el dispositivo se acerca peligrosamente a las capacidades de procesamiento que solíamos ver exclusivamente en ordenadores portátiles, estableciendo un nuevo techo de velocidad en el ecosistema Android.
En el día a día el rendimiento es sobresaliente, y si ya en anteriores generaciones la sensación era de que el móvil podía ejecutar cualquier tipo de aplicación, aquí es igual. O mejor.
REALME GT8 Pro
Incluso en tareas de IA, que a veces tardan algo más (si se ejecutan en local), el móvil responde perfectamente. A esto ayuda que la tecnología de las memorias sea la mejor posible ahora mismo, con hasta 16 GB de memoria RAM LPDDR5X y de hasta 1 TB de almacenamiento UFS 4.1.
Inteligencia artificial y la dualidad en el gaming
Más allá del procesador central, el GT8 Pro se distingue por la incorporación de coprocesadores dedicados que alivian la carga de la CPU principal.
REALME GT8 Pro
El chip de inteligencia artificial Hyper Vision+ es el encargado de gestionar tareas de aprendizaje automático y mejora de imagen en tiempo real.
Para los entusiastas de los videojuegos, mencionar la inclusión del motor de gestión del rendimiento GT BOOST 3.0.
Este sistema trabaja en segundo plano para asignar recursos de manera dinámica, priorizando los procesos del juego activo sobre las tareas en segundo plano.
Pero quizás la característica más llamativa y que demuestra la verdadera potencia del conjunto es su capacidad para ejecutar dos juegos móviles de alta exigencia gráfica de forma simultánea.
REALME GT8 Pro
Títulos como PUBG y Genshin Impact son conocidos por llevar al límite a la mayoría de los teléfonos del mercado cuando se ejecutan individualmente.
El hecho de que este terminal pueda mantener ambos abiertos al mismo tiempo, con altas tasas de fotogramas y durante periodos prolongados de hasta una hora, es una demostración de fuerza bruta sin precedentes.
Visualización extrema y brillo sin precedentes
En la parte frontal del dispositivo nos encontramos con un panel de 6,79 pulgadas con resolución 2K ofrece una densidad de píxeles muy elevada.
La frecuencia de actualización de 144 Hz aporta una suavidad extra que se nota especialmente al hacer scroll en redes sociales o en videojuegos compatibles, superando el estándar de 120 Hz que domina la gama alta actual.
Pantalla del REALME GT8 Pro
Sin embargo, donde realmente brilla esta pantalla, tanto figurada como literalmente, es en su capacidad lumínica.
Alcanzar un brillo máximo de 7000 nits en ventanas reducidas para contenido HDR es una cifra que garantiza un rango dinámico espectacular, con negros profundos y luces altas deslumbrantes que dan vida a las películas y series.
Pero más importante para el uso diario es el brillo máximo normal de 2000 nits. Esta cifra asegura que la interacción bajo la luz solar directa, algo muy común en un país como España, sea perfecta.
Y el sensor de huellas, bajo la pantalla, funciona de manera rápida y eficaz, lo cual se agradece. Aunque también podemos usar el desbloqueo facial, claro.
Sistema fotográfico
Un apartado donde REALME ha querido subir la calidad es en el fotográfico. Para ello ha firmado una alianza con la empresa Ricoh, especialista en fotografía.
Esto ha implicado el uso de algunas novedades en la app de cámara, como un rediseño estético y algunas funciones que, a la hora de la verdad, no parece que tengan un impacto notable.
Interfaz Ricoh del REALME GT8 Pro
Las tres cámaras traseras son de 50 Mpx para el gran angular, 50 Mpx para el ultra gran angular y 200 Mpx para el teleobjetivo con zoom óptico de 3 aumentos y sistema periscópico.
La calidad es buena, con un buen rango dinámico y un ruido controlado. La única pega es que parece que le falta detalle cuando no hay mucha luz, como si la nitidez estuviera alisada por algún filtro.
Con todo, es un buen sistema de cámaras, e incluso la frontal, de 32 Mpx, también responde bien incluso con baja luz. Eso sí, lo que más nos ha gustado de esta cámara son los vídeos de día, con una estabilización que ya querrían marcas más caras.
Revolución en autonomía
Uno de los puntos críticos de cualquier dispositivo móvil moderno es la duración de la batería, especialmente cuando se integra un hardware tan potente.
Para contrarrestar el consumo energético, el fabricante ha optado por integrar una batería Titan de 7000 mAh.
Esta capacidad es significativamente superior al estándar de la industria, que suele oscilar entre los 5000 y 5500 mAh.
Cargador del REALME GT8 Pro
Lograr introducir tal cantidad de energía sin comprometer el grosor o el peso del dispositivo implica el uso de nuevas tecnologías de celdas de alta densidad, basadas en ánodos de silicio-carbono, que permiten almacenar más energía en el mismo volumen físico.
La autonomía resultante es impresionante, siendo viable utilizar el dispositivo durante dos días completos sin necesidad de acercarse a un enchufe.
Y cuando sea necesario recargar, la tecnología de carga rápida de 120 W asegura que el proceso sea cuestión de minutos, no de horas.
Y no podemos ni quejarnos de que no se haya implementado carga inalámbrica, porque sí tiene, de 50 W.
Además, para mantener todo este sistema funcionando a pleno rendimiento sin sobrecalentamientos, se ha implementado un sistema de refrigeración por cámara de vapor de dimensiones generosas.
Con un área de 7000 mm², esta placa de disipación térmica es capaz de distribuir el calor generado por el procesador y la batería a lo largo de todo el chasis del teléfono, evitando puntos calientes que puedan resultar molestos al tacto o que obliguen al sistema a reducir la potencia para proteger los componentes.
Android inspirado en iOS
Otro de los cambios notables de este móvil es el software. La interfaz, llamada REALME UI7, se basa en Android 16 y, al igual que la de OPPO, se parece muchísimo a iOS 26.
Esto es así porque parece que se quieren acercar a la estética de Liquid Glass, algo que otras marcas chinas también están haciendo. De hecho, REALME llama a este diseño Light Glass.
REALME GT8 Pro junto a un iPhone
Más allá de eso, el sistema funciona bien, incluye algunas funciones de IA útiles en el día a día, sin llegar eso sí a lo que ofrecen Google o Samsung.
¿Me lo compro?
Este móvil parece ser un terminal diseñado para el gaming pero sin la estética que suele asociarse a esos móviles. Mirándolo así, incluso el sistema de cámaras es bueno.
REALME GT8 Pro
Es cierto que no llega al nivel de un VIVO X300 Pro o un Samsung Galaxy S25 Ultra, a nivel fotográfico, pero es más potente que esos dos modelos, además de tener mejor autonomía.
REALME ha hecho un esfuerzo en este móvil por ofrecer un terminal completo, compacto dentro de lo posible, y redondo. Y lo ha logrado.
No es el mejor en todo, pero si lo que se busca es un terminal con mucha potencia, buen rendimiento y una batería de impresión, pocos modelos podrán superarlo en 2025.
Eso sí, está por ver que el precio de partida de este móvil no sea algo que eche para atrás a muchos usuarios, que ya ven excesivo pagar esas cifras por marcas con más historia, como Apple o Samsung.
