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Habitualmente, todas las miradas están puestas en el siguiente flagship de Samsung o en novedades como la cámara desplegable de Honor que funciona como un robot mascota. Sin embargo, la mayoría de usuarios no puede invertir más de 1.000 euros en un nuevo móvil. A veces, ni siquiera 100 euros.

Por eso, la gama de entrada en Android es uno de los segmentos más competitivos del mercado. Los fabricantes luchan por arañar euros al coste final, buscando un equilibrio que satisfaga al usuario que solo busca lo esencial.

En esta batalla, el precio es el rey, pero renunciar a una autonomía decente o a una pantalla usable ya no es una opción.

Aquí es donde entra el realme Note 70t, que se puede encontrar en Amazon por 84 euros en su versión de 64 GB de almacenamiento, aunque su precio oficial es de 89,99 euros. La marca apuesta por una estrategia clara: ajustar las especificaciones al precio mínimo viable y apostar por una batería de 6.000 mAh.

En EL ESPAÑOL - El Androide Libre hemos probado la versión 'Dorado playa', un acabado anaranjado que resulta llamativo y le da un aire sofisticado que se agradece en un terminal tan económico.

Diseño y batería

El primer contacto con el realme Note 70t deja clara su vocación multimedia. Es un terminal grande, 'cuadradote', con un panel generoso de 6,78 pulgadas para ver vídeos o navegar.

Aquí encontramos el primer gran recorte para ajustar el precio: un panel IPS con resolución HD+, de 720 x 1600 píxeles. En una diagonal tan grande, la densidad de píxeles es baja. Esto significa que la nitidez no es su fuerte y los textos o iconos no se verán tan definidos como en paneles Full HD o 4K.

La pantalla del realme 70t I.M. Omicrono

Como contrapunto positivo, el panel ofrece una frecuencia de actualización de hasta 90 Hz. Eso hace que el movimiento en la pantalla, como el scroll en redes sociales, sea más fluido y agradable que en las pantallas tradicionales de 60 Hz. En lo que no destaca es en la respuesta táctil, a veces tarda demasiado en reaccionar a la hora de pulsar cualquier elemento en pantalla.

El brillo máximo se especifica en 563 nits. Es una cifra suficiente para interiores o días nublados, pero se queda algo corta bajo la luz directa del sol en exteriores.

Pese a sus dimensiones, sorprende su grosor de tan solo 7,94 mm. Esa cifra contrasta con el peso, que alcanza los 201 gramos. No es ligero, pero es el peaje inevitable por integrar una pila de semejante capacidad.

Y es que la estrella indiscutible del realme Note 70t es la batería de 6000 mAh, que se traduce en una autonomía superior incluso a los dos días de uso, siempre dependiendo de la 'tralla' que le des.

El realme Note 70t I.M. Omicrono

Para alimentar esta batería, realme implementa su carga VOOC de 15 W. Es una potencia bastante limitada y es mejor cargar el dispositivo de 0 a 100% por las noches. Como sorpresa en esta era del ahorro máximo, en la caja viene un cargador que se agradece.

Potencia y cámaras

El motor elegido para este terminal es el Unisoc T7250. un procesador modesto al que no le puedes pedir que rinda con juegos demasiado exigentes, por ejemplo.

El procesador se apoya en 4 GB de memoria RAM, el mínimo imprescindible para mover el sistema operativo Android y sus aplicaciones, pero muy justo para otro tipo de usos.

Se mueve sin problemas con apps de mensajería, navegación web ligera y redes sociales y sufre algo más con YouTube o aplicaciones que requieren más potencia y memoria.

El realme Note 70t I.M. Omicrono

La multitarea es claramente su punto débil. Con solo 4 GB de RAM, el sistema cierra aplicaciones en segundo plano constantemente y los tiempos de carga se resienten, sin llegar a ser desesperantes en la mayoría de los casos.

En almacenamiento, se ofrece en versiones de 64 GB, 128 GB y 256 GB. Dada la limitación de RAM, la versión de 64 GB parece poco recomendable. Es mejor optar por 128 GB como mínimo para no tener problemas de espacio a corto plazo.

El apartado fotográfico es quizá donde el precio tan económico se hace más evidente. El realme Note 70t monta dos sensores traseros, pero ambos sirven para una única cámara principal de 13 MP, con el segundo haciendo las veces de sensor de profundidad para asistir al modo retrato. Es decir, la configuración más básica posible.

A pleno día o en interiores bien iluminados, la cámara consigue resultados notables, aunque con un rango dinámico limitado y colores demasiado saturados. En cuanto la luz disminuye, el sensor empieza a mostrar sus carencias, en forma de ruido digital y falta de definición en los detalles.

Las cámaras traseras y el anillo LED I.M. Omicrono

La cámara frontal para selfies es de 5 megapíxeles, con una resolución limitada de 2592x1944. Su función es puramente testimonial. Cumple para una videollamada, pero no se pueden esperar autorretratos de calidad, especialmente en entornos oscuros.

En el módulo trasero, junto a los dos sensores, el móvil dispone de un curioso anillo LED configurable, que ya estaba en el realme C71 y es perfecto para saber en todo momento si te ha llegado una notificación o si el terminal se está cargando. Un añadido interesante en un dispositivo tan barato.

¿Me lo compro?

El realme Note 70t es un terminal honesto que no pretende ser lo que no es. Toda su propuesta gira en torno a un potente argumento: su batería de 6000 mAh. Es un teléfono construido para durar lejos del enchufe.

A cambio de esta autonomía superior a los 2 días, el usuario debe aceptar sacrificios evidentes, como el rendimiento, la pantalla o las cámaras. Resulta evidente que es un dispositivo de nicho, enfocado a un perfil de usuario muy concreto, y por 84 euros no se le puede pedir más.

Si eres una persona que usa el móvil para lo básico (llamadas, WhatsApp, consultar el tiempo y poco más) y tu prioridad absoluta es no quedarte sin batería a mitad del día, este realme Note 70t es una opción muy sensata. En otras palabras, es el teléfono ideal para padres, abuelos o como segundo terminal de batalla, con una relación calidad-precio a tener muy en cuenta.