Samsung está actualmente fortaleciendo una estrategia que comenzó hace un año. Con la reconfiguración de los Galaxy A como terminales de gama de entrada y media, la compañía aumento las prestaciones de los mismos sin subir en exceso los precios.

A lo largo de 2019 hemos visto funcionar muy bien los Galaxy A50 o A70, y en 2020 tenemos nuevos modelos que sustituyen a estos, que han estado entre los más vendidos del pasado año.

En las últimas semanas hemos podido analizar el Samsung Galaxy A51, el sucesor de uno de los móviles más buscados y valorados por los usuarios en 2019. Esta es nuestra experiencia.

Características Samsung Galaxy A51

  • Pantalla:
    • Tamaño: 6,5 pulgadas Infinity-O.
    • Tipo: Super AMOLED.
  • Rendimiento:
    • Procesador Exynos 9611.
    • 4 GB de memoria RAM.
    • 128 GB de almacenamiento interno.
  • Cámaras:
    • Traseras:
      • Principal de 48 Mpx con f/2.0.
      • Ultra gran angular de 12 Mpx f/2.2.
      • Sensor macro de 5 Mpx f/2.4.
      • Sensor de profundidad de 5 Mpx f/2.2.
    • Delantera:
      • Principal de 32 Mpx.
  • Batería:
    • Capacidad: 4000 mAh.
    • Carga rápida de 15 W.
  • Software:
    • Android 10.
    • Capa de personalización One UI 2.0.

Un diseño desenfadado y divertido

Lo primero que me llamó la atención al sacar el móvil de su caja fue el color. La parte frontal es negra, pero la unidad que hemos probado tiene una zona trasera de color azul claro, que es capaz de mostrar un arco iris cuando le da la luz. El marco metálico también es azul, aunque de un tono ligeramente diferente.

Es un color divertido y fresco, que aporta algo distinto a lo que solemos ver en los catálogos de los fabricantes.

Además, estamos ante un móvil bastante contenido en tamaño teniendo en cuenta que tiene una pantalla de 6.5 pulgadas. Esto es gracias a sus extremadamente pequeños marcos, y la sensación de ser un todo pantalla se acentúa con la posición de la cámara delantera, que se coloca en una pequeñísima perforación en la parte superior central.

Hemos dicho que los marcos son pequeños y contenidos, y esto es así incluso en el inferior, algo que hasta ahora parece que se reservaba a la gama alta. Los gama media siempre tenían una barbilla más gruesa, pero no es ese el caso.

Eso sí, tenemos que destacar que la parte trasera del móvil no es de cristal, sino de plástico, aunque el tacto es bastante bueno, y no parece esto un problema. En esta zona se coloca la cámara, con cuatro sensores, a la que acompaña el flash LED.

En la zona inferior del marco metálico perimetral tenemos el altavoz (solo hay uno y se tapa con demasiada facilidad), el puerto de carga USB C y el jack de auriculares.

Es un móvil cómodo, no se siente pesado y no molesta tener mucho tiempo en la mano. En cuanto a la ergonomía y el diseño no tenemos queja alguna.

El rendimiento del Samsung Galaxy A51 necesita mejorar

Cuando probamos el Galaxy A50 dijimos que el rendimiento era suficiente para su precio y que la mayoría de usuarios no tendría problemas. Eso pasa también en el A51, que usa el Exynos 9611. El problema es que los usuarios que le exijan más verán cómo la potencia se queda a veces corta.

Esto me ha pasado jugando con Honkai Impact Third, algo que no me esperaba puesto que con el A10 no he tenido problemas. Es muy posible que se deba al aumento de resolución de la pantalla, pero aún así ha sido un poco decepcionante.

Lo mismo pasa con la memoria RAM, de sólo 4 GB, una cifra que en el rango de los 300 euros no debería verse. La memoria interna es suficiente con sus 128 GB y además podemos ampliarla mediante microSD.

Esta ranura no elimina la posibilidad de poder usar dos tarjetas de teléfono de forma simultánea ya que tenemos dual SIM y microSD en una triple ranura.

El sensor de huellas es eficaz pero no rápido. Es lógico que Samsung quiera ponerlo bajo la pantalla en un modelo como este, pero debería mejorar su implementación para que se equipare a la de marcas como Huawei, OnePlus o realme.

En el apartado de la conectividad tenemos bluetooth 5, radio FM, NFC, Wifi… La conexión Wifi se hace mediante dos bandas, 2.4 GHz y 5 GHz, como era de esperar en este móvil. No obstante, no llegamos a las cifras que hemos visto en terminales como el A90. Nos quedamos en 230 mbps de bajada y 250 de subida en una red de 600.

Una muy buena pantalla para la gama media

Samsung es posiblemente el fabricante con mejores pantallas del mundo. Y en el Galaxy A51 ha querido demostrarlo. Tenemos un panel SuperAMOLED con 6.5 pulgadas de diagonal y 405 ppp con más de un 87% de ratio de pantalla/frontal.

Esto es especialmente reseñable ya que si lo cogemos en la mano da la sensación de que es un móvil con una pantalla enorme y a la vez que es contenido en tamaño. Este equilibrio es lo que decimos que solo puede hacer Samsung.

La calidad del panel es buena, los colores se comportan bien, la resolución es suficiente y el brillo no es un problema ni en exteriores. Además, aunque los bordes están ligeramente curvados con un cristal 2.5D no tenemos pantallas curvadas como en los terminales de categorías superiores y que no gustan a muchos.

Cuatro cámaras, que sufren de noche

Cuando Samsung presentó el A51 con cuatro cámaras traseras di por supuesto que la versatilidad no iba a ser un problema en este móvil. Además del sensor principal, de 48 Mpx, teníamos un gran angular de 12 Mpx, un sensor de profundidad y un macro.

Las fotos con gran angular me han gustado con buena luz. Son algo más impactantes y saturadas de lo que la realidad ofrece, pero es una marca de Samsung y no lo hace de manera excesiva como comprobaréis en la galería.

No hay mucho ruido con buena luz pero el detalle tampoco es muy elevado si ampliamos ya que la resolución, sin ser excesivamente baja, no es tan alta como nos gustaría.

El sensor principal ofrece unos tonos menos cálidos, más fríos y más realistas. Aún no hay un equilibrio entre en tratamiento de color de todos los sensores, algo que algunas marcas ya están empezando a corregir.

El control de las sombras, el HDR, el rango dinámico, todo parece haberse estudiado bien y cualquier diría que este móvil hace buenas fotos. Sin más.

El sensor de macro nos ofrece una resolución algo mayor que en otros modelos, 5 Mpx, y se agradece. Las fotos pueden ser bastante espectaculares si te acercas lo suficiente.

Delante sólo tenemos un sensor pero por defecto Samsung lo recorta así que podemos usar la opción de foto de grupo para obtener un angular algo mayor. Eso sí, desde el mismo punto, la exposición no tiene por qué tomarse de la misma forma, o eso me ha parecido en las pruebas que he hecho.

Cuando la luz cae la calidad se resiente bastante, sobre todo en el gran angular. En este apartado de la cámara hay rivales de otras marcas que responden mejor. Pese a eso, no es un resultado tan malo como para que el usuario medio se sienta defraudado, pero teniendo en cuenta el precio de este modelo, las fotos de noche deberían ser mejor.

La grabación de vídeo de este móvil es bastante buena. La estabilización es normal, pero dispone de una opción que la fuerza y produce unos vídeos bastante logrados. Eso sí, en baja luz mejor grabar de forma estática, sin movernos ni andar.

Aquí me ha sorprendido para bien la velocidad que tiene a la hora de pasar de un entorno de sombra a uno de luz, con bastante acierto, como podéis ver en el vídeo de la cafetería, dentro de la galería.

Si queremos grabar con la cámara delantera podremos hacer siempre que no andemos, la trepidación se nota mucho. Obviando eso, la calidad de la imagen, los colores y el detalle están bastante bien. Samsung ha dado un salto en este apartado.

Una batería grande que no sorprende

Estamos haciendo muchas referencias al Galaxy A50 en este análisis y el motivo es claro: se parecen mucho en lo bueno y lo malo. También en el apartado de la batería. Los 4000 mAh con carga rápida de 15 W del Samsung Galaxy A51 son buenos sobre el papel y no nos dejan tirados a mitad del día, pero no alcanzan las cotas de autonomía de otros modelos con esas cifras.

En la primera prueba de batería hemos estado jugando mucho, además de escuchando música por streaming y podcasts, ambas cosas usando auriculares inalámbricos. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 20 horas totales de autonomía.

En la segunda prueba de batería hemos jugado, pero también hemos salido a hacer fotos y vídeos, y mientras hemos estado escuchando música. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas totales de autonomía.

En la tercera prueba de batería hemos obtenido el mismo resultado, siendo muy constante. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 24 horas totales de autonomía.

One UI 2 tiene que pulirse

El Samsung Galaxy A51 es el primer móvil de Samsung que pruebo con Android 10 y con One UI 2. Si os interesan los pormenores de esta interfaz os remito al análisis que le hicimos hace unos meses.

En el A51 me han gustado aspectos como el reconocimiento facial, que es muy rápido y funciona simplemente levantando el móvil de la mesa, sin necesidad de encender la pantalla.

La estética y las opciones de configuración son las que conocíamos y si bien no me ha gustado la forma en la que cuenta las horas de pantalla que tenemos con cada carga, reconozco que no es un problema para el usuario medio.

Lo que menos me ha gustado de este aspecto es que hay aplicaciones preinstaladas que no se pueden quitar. Y no me refiero a las del sistema, o a apps como Samsung Pay, sino a otras como Facebook ¿En serio? ¿No puedo eliminar una de las apps más controvertidas de la historia? Mal movimiento Samsung, muy mal movimiento.

Además, la respuesta del sistema no siempre es inmediata y la búsqueda dentro de los ajustes tarda mucho más de lo normal. Es algo que seguro se puede solventar con una actualización de software, pero la empresa debería darle una gran prioridad a esto.

Samsung no debe dormirse

Si alguien me preguntara si es una buena compra un Samsung Galaxy A51 le diría que sí. Es cierto que hay modelos más baratos con mejores prestaciones sobre el papel, pero no hay que despreciar lo que la gente valora una marca concreta.

Samsung está siendo muy presionada por marcas chinas como OPPO y Xiaomi, y con los Galaxy A tiene la opción de ofrecer a sus usuarios opciones de precio ajustado y prestaciones decentes.

Lo mejor de este modelo es su pantalla, su diseño y que en general puede servir como móvil a cualquiera. El problema es que el rendimiento parece verse lastrado cuando le exigimos mucho y la cámara, al menos de noche, es mejorable.

Ya ha empezado a bajar de precio y en vez de los 369 euros con los que salió a a venta podemos comprarlo en algunas tiendas por poco más de 330 euros.