Las famosas Google Glass han sido uno de los experimentos más conocidos de la compañía del buscador, la llegada del programa Explorer para desarrolladores permitió que muchas compañías se lanzasen a crear sus aplicaciones y usos para las futuristas «gafas» inteligentes. Sin embargo, no dejaban de ser prototipos y en muchas ocasiones el proyecto se ha tambaleado, temiendo por su continuidad.

Los wearables están dispuestos a conquistar nuestro día a día, pero una cosa es una pulsera que pasa desapercibida y otra bien distinta es un aparato fuera de lo común en plena cara, un objeto que se siente extraño a ojos de los demás. El formato de Google Glass como lo conocemos no es agradable, por eso Google anunció hace meses su colaboración con numerosas marcas de moda y fabricantes de monturas para adaptarlas a las Glass.

En enero supimos que el proyecto de Google Glass sigue su desarrollo, aunque pasaba a una división externa de la compañía, bajo la supervisión de Ivy Ross, pero en ningún caso está muerto. Parece que los del buscador siguen en su empeño por mejorar lo que conocemos de Glass y lo último que ha salido a la luz es una nueva patente que daría pistas de un futuro diseño de sus gafas.

¿Son estas las Google Glass 2?

Sabemos que las patentes no suelen reflejar el diseño final de los productos, sino que muestran ideas o conceptos que se pretenden llevar a cabo. En este caso, vemos a las posibles próximas Glass montadas sobre un tipo de montura tradicional y, por lo que se aprecia, se mantendría esa forma de prisma para mostrar la información e interactuar con la realidad aumentada.

Sin embargo, vemos diferencias, ya que la parte del visor pasaría a estar en la parte izquierda, pero eso no libraría a la patilla derecha de mantener la zona táctil de control y a la cámara. Es decir, los elementos de las Google Glass se repartirían a ambos lados (lo que permitiría también aumentar los módulos de batería, muy necesario).

Qué necesitan las Google Glass para cuajar

Google sabe que un producto como las Glass no pueden triunfar tal y como las conocemos hasta ahora, ese diseño no funciona, no es adecuado para el mundo en el que vivimos. Sabe que un rediseño es esencial, una nueva forma de plantearlas. Las Google Glass deberían integrarse en nuestro día a día, poder tratarse como un accesorio más que nos ponemos y no debe interferir en la forma en que vemos el mundo.

No deben sentirse extrañas, no pueden ser el centro de atención de todas las miradas si las llevamos puestas ante otras personas y por supuesto, su uso debe ser «invisible». No es cómodo ni adecuado que debamos forzar nuestros gestos para interactuar con ellas, cosa que además es fácilmente apreciable por los que nos rodean.

¿Pasa todo ello por un rediseño? en gran medida, sí. Parece que Google no va a rendirse fácilmente y lo más probable es que a lo largo del año tengamos novedades sobre las Google Glass 2, ¿quizá en el Google I/O?. ¿Qué esperáis vosotros de la segunda generación de estas gafas?, ¿qué les pediríais?.

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