Tras pasar durante una temporada por iOS, una de las cosas que más he echado de menos al volver a Android es un cliente de Twitter completo. En iOS usaba Tweetbot, el cual me parece de lejos el mejor cliente que hay en la actualidad para gestionar nuestras cuentas de Twitter; pero en Android no encontraba nada que se le acercara (no, Falcon Pro no le llega ni a la suela de los zapatos). Justo en ese momento me topé con Robird, uno de los clientes de Twitter más completos que podemos encontrar en la Google Play Store.

Lo primero de lo que debemos de hablar es de la interfaz. En este caso tenemos una interfaz basada en Holo, transiciones muy fluidas y tonos oscuros (aunque se puede elegir un tema basado en tonos blancos). No se diferencia en exceso de otras interfaces, pero me parece mucho más atractiva que la de Falcon Pro y además queda más integrada con el resto del sistema operativo.

En cuanto a funciones, nos encontramos con uno de los clientes más completos: notificaciones push, vista previa de fotos, totalmente en castellano, soporte para tweetlonger (tweets de más de 140 caracteres), streaming de tweets y muchas otras de menor importancia. Destacar tanto la inclusión de notificaciones push (pocos clientes de Twitter para Android las incorporan) y la ausencia de soporte multicuenta, algo que para muchos es imprescindible.

En cuanto a velocidad y funcionamiento, Robird se comporta como uno de los mejores. Tiene un scroll muy suave y está muy bien optimizado, aunque peca en el mismo aspecto que el resto de clientes no oficiales: El límite de actualización. Si actualizamos el timeline muchas veces en un minuto, Robird arroja el mensaje de límite de actualización excedido, lo que nos impide durante un tiempo volver a actualizar el timeline (aunque sí seguiremos recibiendo notificaciones). Esto se debe a que Twitter limita el número de veces que puede sincronizarse el timeline en todos los clientes de terceros, siendo la única forma de evitarlo mantener activo el streaming.

Un posible punto negativo de Robird es que es una aplicación de pago (1,53€), pero os aseguro que merece totalmente la pena. Si no estáis seguros, os recomiendo que la descarguéis y la probéis durante los 15 minutos que Google Play nos deja. Si no quedas satisfecho, basta con pulsar el botón de «Obtener reembolso» y listo.