Apple y Samsung. Oracle y Google. Epic Games y Apple. El sector tecnológico está repleto de rivalidades, y muchas terminan en los tribunales. El enfrentamiento entre Google y Sonos no es precisamente nuevo, pero ahora ha alcanzado nuevas cotas con dos demandas que pueden decidir quién puede usar algo tan común como la detección de la palabra que activa un altavoz inteligente.

[Cómo usar tu altavoz Sonos con Google Home y el asistente de Google]

Las demandas han sido presentadas hoy en California por Google, pero no serán las únicas; el gigante de Internet pretende hacer lo mismo con la Comisión Internacional de Comercio, con el objetivo de prohibir la importación de productos Sonos en los Estados Unidos, una medida que dañaría seriamente al fabricante que, como la inmensa mayoría, depende de fábricas de fuera del país.

Google contra Sonos: la cosa se pone fea

Sonos Ray CFQ Omicrono

Google afirma que Sonos vulnera nada menos que siete patentes en sus dispositivos, todas relacionadas con el Asistente de Google. En concreto, Sonos habría copiado patentes que permiten el uso de asistentes de voz, que afectan a mejoras en la eficiencia, la fiabilidad y la durabilidad de dispositivos controlados por voz.

Google alega que ayudó a Sonos para que el Asistente de Google estuviese disponible en altavoces Sonos, incluso llegando a ofrecer a sus propios ingenieros para que implementasen tecnología de reconocimiento de voz; de esta forma, Sonos no tuvo que desarrollarla por su cuenta, pero ahora Google da a entender que Sonos se aprovechó de esto.

Este no es el primer encontronazo entre Google y Sonos y, de hecho, podría decirse que es la respuesta de la primera a un golpe de la segunda; algo que puede parecer raro si eres usuario de uno de los altavoces de Sonos, que ofrecen acceso a todos los servicios de Google como YouTube Music, además de al Asistente de Google. Pero tras esta aparente colaboración, hay problemas que llevan años acumulándose, especialmente desde que Google compró a Nest y desde que ofrece sus propios altavoces inteligentes, que compiten directamente contra los de Sonos.

La pelea empezó en el año 2020, cuando Sonos presentó una demanda contra Google por el uso de tecnología capaz de continuar la reproducción dependiendo de la habitación en la que estemos. Según Sonos, Google había usado su enorme poder para copiar sus innovaciones para la plataforma Google Home; a eso se le sumaron otras reclamaciones sobre otras tecnologías de Sonos.

Este año llegaron las consecuencias para Google. En enero, la Comisión de Comercio de los Estados Unidos falló en favor de Sonos, y obligó a Google a eliminar o modificar algunas de las funciones de sus altavoces inteligentes. Esa es la razón por la que los Google Nest han perdido funciones, por ejemplo, ya no podemos ajustar el volumen de todos los altavoces de un grupo al mismo tiempo, algo que aparentemente Sonos había registrado como patente propia.



Google no quiso pagar a Sonos



Esa es la razón por la que Google ha decidido ahora contraatacar, en lo que define como “una defensa” de su tecnología para “desafiar la continua vulneración” de sus patentes por parte de Sonos. Los representantes de Google van más allá, incluso llegando a asegurar que Sonos “inició una campaña agresiva y engañosa contra nuestros productos”, haciendo referencia a las declaraciones de Sonos.

Google Nest Audio Chema Flores Omicrono

Cuando ganó su demanda, Sonos afirmó que su objetivo no era perjudicar a Google, sólo que la compañía pagase por las patentes que estaba usando; y por eso, se sintieron “sorprendidos” cuando Google optó por eliminar las funciones en vez de simplemente pagar a Sonos por el derecho a usarlas. Fue una decisión que recibió sus críticas, pero ahora Google pretende demostrar que Sonos ha actuado de manera maliciosa todo este tiempo.

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