Todos los años Qualcomm lanza un procesador pensado para ser equipado en los modelos de gama alta de los fabricantes de móviles Android. A veces hay un modelo Plus a final de año, como ha pasado en 2020. El último chipset que encaja en esta descripción es el Snapdragon 865, y también el Snapdragon 865+.

El procesador como signo inequívoco de gama alta

Uno de los problemas de categorizar a los móviles como pertenecientes a una gama u otra es elegir los parámetros para hacerlo. Podemos tomar el precio, los materiales, la memoria o el procesador. Por ejemplo. Y muchas veces se opta por esto último.

El problema es que eso hace que hablemos de gama alta de 600 euros y también de móviles de gama media de 800 euros, que no usan el procesador más potente del año.

El caso paradigmático del Snapdragon 765G y la gama media

El procesador del año, en mi opinión, ha sido el Snapdragon 765G, un procesador que ha sido visto en móviles de 300 euros y también en móviles de 1000 euros.

Esto hace que seleccionar la gama alta por el procesador sea un error ya no es lo mismo un OPPO Find X2 Lite que un OnePlus Nord o un LG Wing. El quid de la cuestión está en que hay marcas que han optado por este procesador para su gama media pero también para su gama alta (no gama alta premium normalmente).

Esto hace que sea extraño ver a un OPPO Find X2 Lite compartiendo chipset con un OPPO Reno 4 Pro que vale mucho más. Y lo vale por otros aspectos, como la velocidad de carga o la cámara. Lo explico en detalle en este vídeo.

Como veis, para hablar de la gama media o alta hay que tener en cuenta más aspectos además de la memoria RAM, el procesador o la calidad de construcción. De hecho, lo aconsejable sería escoger todos los parámetros a la vez, y ver si ofrecen más que rivales más baratos.