Mucho se habla de la era «Post-PC» donde las tablets se harían con el mercado y uso que se les da a los ordenadores de sobremesa o portátiles. Pero tras haber estado usando el máximo exponente de las tablets con Android y de las tablets con Windows, ¿que sistema persigue más este objetivo?

Android nació como un sistema operativo para dispositivos móviles mientras que en el otro lado del cuadrilátero, Windows nació como sistema operativo para PCs. Aunque al segundo no le ha ido para nada bien en teléfonos móviles, su apuesta por los sistemas táctiles le está yendo bastante bien dadas las similitudes con los ordenadores donde ya está experimentado.

Los combatientes, top de Android y de Windows

Por un lado tenemos la Samsung Galaxy Tab S3, defendiendo el tope de Android con un buen rendimiento, excelente pantalla y gran diseño. La capa no es Android puro, pero añade detalles muy útiles como las ventanas flotantes que adapta el uso a la metáfora del escritorio que tan buen resultado ha dado hasta ahora para la interacción en entornos de trabajo. Puedes conectarle un teclado y un ratón (incluso tiene su propia funda-teclado) para largos ratos de escritura.

Al otro lado, la Microsoft Surface Pro 4, que si bien no es la más reciente, es la que se disponía en el momento de realizar la prueba. Las diferencias con su renovación, la Surface Pro (a secas) las tendremos en cuenta en este análisis. El modelo en mi regazo cuenta con un procesador Intel Core i5 de sexta generación y 8GB de memoria RAM, una configuración que la Galaxy Tab S3 no puede alcanzar.

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Microsoft Surface Pro 4: Análisis y experiencia de uso

Ambos dispositivos están acompañados de un bolígrafo, el S Pen de 4098 puntos de presión en una mano y el Surface Pen de 1024 en la otra. En cambio, la nueva Surface Pro ya cuenta con un bolígrafo de 4098 puntos de presión pero ya no viene incluido con el dispositivo. En ninguno de los dos la funda-teclado viene incluida tampoco. Ambos tienen versión compatible con 4G.

Pese a estas diferencias, se puede comparar perfectamente el software, hacer chocar los dos sistemas operativos con más uso del mundo. En esta comparativa de experiencias vamos a centrarnos más en el apartado de software, aunque pese al hardware tendremos algunas sorpresas. Al final realizaré un pequeño inciso para comparar físicamente estas dos bestias.

La mano como método de entrada

Estamos ante tablets, si bien pueden tener un teclado con touchpad o conectarle un ratón, nos centraremos en ello más tarde. Ahora lo importante es cómo puede interactuar una persona con ambos sistemas usando la pantalla táctil.

Android

Android está pensado para que la experiencia táctil sea perfecta, lógico, pues la mayoría de sus dispositivos solo pueden ser controlados por medio de su pantalla táctil. En una tablet la cosa no cambia a como lo conocemos en móvil. Podemos bajar la barra de notificaciones para acceder a ajustes rápidos y ver que está ocurriendo en las aplicaciones instaladas.

Los tres botones principales en este caso son físicos, aunque en otros tipos de tablets aparecen en pantalla, en la parte inferior. Puedes abrir nuevas aplicaciones yendo a inicio y escogiendo con un toque en el escritorio o abriendo el cajón de aplicaciones.

Windows

Windows, aunque lleva mejorando en este aspecto bastante desde Windows 8, tiene aún camino por delante. En términos generales, no difiere mucho de Android. En la parte inferior tendremos las aplicaciones abiertas, el menú de inicio (el cual tengo configurado para mostrar las aplicaciones que uso, como en Android) y ajustes directos.

Las notificaciones son menos importantes aquí y están escondidas en su tablón junto a más ajustes directos pero podemos abrirlo deslizando desde la derecha. Todo lo que es interfaz del sistema está diseñada para el táctil tan bien como Android.

Windows 10 está adaptado al táctil muy bien y sus gestos son prácticos, pero el uso empeora al usar algunas web o aplicaciones de escritorio.

A la hora de usar aplicaciones «de escritorio» o menús de ajustes antiguos (cada vez más están adaptados en el nuevo panel de control, pero algunos más técnicos siguen usando la interfaz de versiones anteriores) tenemos que recordar que están pensadas para ratones y touchpads.

Cuando tocas la pantalla estás haciendo clic izquierdo y para el derecho debes mantener pulsado. En cambio, no en todos sitios funciona como es debido, pues en ocasiones puedes necesitas pasar el ratón por encima para desplegar un menú (ocurre sobre todo con páginas web, pues no ves la versión móvil).

En cuanto a opciones, tendremos como en Android en cuanto a datos, batería, almacenamiento… Aunque se echa de menos los gráficos de Android para el consumo de bateria y de datos y la información más detallada por defecto (siempre puedes buscar algún programa que lo haga en Windows).

El toque Samsung

Samsung añade ventanas además de dividir la pantalla, arrastrando desde la esquina superior derecha la aplicación se convierte en una ventana que puedes redimensionar o minimizar. Desde la multitarea puedes separar la pantalla en dos manteniendo pulsada una de las aplicaciones a usar y luego añadiendo la otra de la lista.

Aunque la capa de Samsung suele criticarse mucho por su cantidad de funciones, muchas son útiles como se puede ver aquí

En Windows tienes el mismo gesto de arrastrar desde la esquina para abrir la multitarea (en ventanas, pues ya en la barra inferior, que puedes ocultar, aparecen las aplicaciones abiertas) y puedes mover las aplicaciones a la parte de la pantalla que quieras. Para usar las ventanas en Windows tendrás que desactivar el modo tableta y podrás mover las aplicaciones libremente. Con el modo tableta no tendrás acceso al escritorio tampoco, pero el modo escritorio se puede usar bien en una pantalla táctil también.

La multitarea real, cosa de Windows

Cuando buscas productividad, hacer cosas útiles en poco tiempo, algo esencial es la multitarea, poder hacer varias cosas a la vez. Desde Android 7.0 Nougat se soporta oficialmente la pantalla dividida y Samsung desde hace unos años dispone de una interfaz de ventanas en sus móviles y tablets.

En cambio, aunque sobre papel pinte perfecto, en implementación tiene sus problemas. Por una parte, no todas las aplicaciones pueden abrirse en pantalla dividida o en ventanas y por otra, algunas quedarán congeladas al cambiarte a otra. Sease, Netflix por ejemplo no admite pantalla dividida, pero si con las ventanas de Samsung abres Whatsapp como ventana encima de Netflix, la reproducción de Netflix se parará. No pasa con todas las aplicaciones, pero ya es algo que te alerta que algún día una aplicación que necesites pueda fallar en esto.

Aunque Android puede tener ventanas, éstas pueden congelarse si estás usando otra.

Aquí Windows saca pecho, es su terreno y ya puedes llenar el escritorio de todas las windows que quieras, que las estará manejando todas. Parece un simple detalle, pero cuando hablamos de querer sustituir a los ordenadores, es imperdonable.

Stylus, secundario en uno, recomendación en otro

Estamos lejos de los tiempos de las PDA con bolígrafos, en cambio, la calidad de las pantallas y la potencia de los dispositivos actuales los ha traído de vuelta. Los bolígrafos actuales permiten a los artistas poder llevar un lienzo encima y millones de colores y herramientas. No solo eso, que una tablet, con un stylus y una buena pantalla puede convertirse en el reemplazo a tu cuaderno y sin kilos de diapositivas impresas o libros.

Hace ya un año que me pasé del papel a las tablets y no me arrepiento para nada de ello. En ambos dispositivos he podido tomar notas de la carrera y estudiar con ellos sin «casi» queja. Aquí la pantalla dividida de ambos ayuda mucho, ya sea para tener unas diapositivas y una aplicación de notas abiertas o para tener una aplicación de dibujo y una imagen de referencia.

Gracias a la calidad de las pantallas actuales y de los bolígrafos, una tablet puede ser perfectamente tu cuaderno o lienzo.

Pero ese «casi» anterior es por un detalle. Mientras que en Windows puedes abrir la misma aplicación varias veces, teniendo por ejemplo varios apuntes en distintas ventanas, en Android eso no es lo más común. Algunas aplicaciones como el navegador de Samsung si permiten abrir dos instancias a la vez, pero otras como Samsung Notas, Keep, OneNote o Xodo (para editar PDFs), no.

Compatibilidad y uso

En Android, el Stylus se queda aquí y tampoco se exprime al máximo pues de cara a los desarrolladores el soporte para bolígrafos es un tanto escaso, sobre todo en lo que a reconocimiento de presión respecta. Windows por su parte ofrece a los desarrolladores Windows Ink, con todo lo necesario para implementar al 100% los bolígrafos compatibles. Las aplicaciones compatibles permiten reconocer la presión y disponen de colores y herramientas predefinidas.

En Windows, un bolígrafo con un botón es prácticamente un ratón. Fuera compatibilidades con táctil.

Windows permite además personalizar los botones de los bolígrafos para abrir aplicaciones, ajustes directos o hacer distintas funciones. Pero yo recomiendo un stylus en Windows no por sus funciones sino por su forma de funcionar que imita a un ratón y es mucho más cómodo de llevar.

Pasar el bolígrafo por encima es como pasar el ratón por encima, tocar es clic izquierdo y tocar a la vez que pulsas su botón es clic derecho. ¡Perfecto para resolver algunas incompatibilidades con el táctil en aplicaciones «de escritorio»!

Aplicaciones: lo tradicional contra lo moderno

Llega la hora de hablar de uno de los aspectos que seguramente hagan decidir a la mayoría de los usuarios que piensen si quieren Android o Windows y son las aplicaciones. La potencia con la que estas son capaces de funcionar dependen del dispositivo, pero dado la existencia de dispositivos Windows de grandes capacidades es lógico saber que en esta plataforma encontramos aplicaciones más completas y potentes.

Y es este el punto fuerte de Windows, que es Windows y por tanto tienes a tu mano toda y cada una de las aplicaciones que puedes tener en un ordenador o portátil, además de las versiones completas de páginas web para usar aquellos servicios sin aplicación para Windows.

Cuando hablamos de una tablet con Windows lo más cómodo de utilizar son las aplicaciones de la tienda de Windows, pues están desarrolladas pensando en tablets y en las pantallas táctiles además de ser más modernas pero su catálogo es escaso y Microsoft ha abierto la puerta a que aplicaciones «de escritorio» estén en la tienda sin mostrar mejoría en la interacción o compatibilidad. Las aplicaciones universales de Windows tienen potencial, pero no terminan de despegar.

Que la plataforma de aplicaciones modernas de Windows no arranque deja por el camino mucho potencial de una tablet

En Android tendrás a tu disposición la gran mayoría de aplicaciones que has usado en un móvil, aunque también hay trampa, pues algunas simplemente estarán reescaladas o mostrando gran cantidad de espacio desaprovechado. Algunos juegos o aplicaciones más potentes están diseñadas solo para tablets y no puedes disfrutarlas en móvil, pero son escasas estas aplicaciones.

Los programas de siempre, completos

Pero en Windows aunque su tienda y sus aplicaciones modernas no estén funcionando bien, las aplicaciones típicas «de escritorio» se han adaptado con el tiempo a las pantallas táctiles. Microsoft Office por ejemplo permite usar el bolígrafo para dibujar, recalcar y tomar notas, mientras que algunos programas de la suite de Adobe como Illustrator disponen de un modo táctil que simplifica la interfaz y agranda los botones además de tener compatibilidad con la presión de los bolígrafos. Hasta algunos juegos tienen modo táctil como Civilization VI o Rome Total War II.

Los programadores tienen a su disposición todos los IDEs que usan con normalidad y con un simple teclado inalambrico o la funda podemos ponernos a programar sin problema (o incluso con el teclado táctil completo, para dar unos retoques de código, sirve).

Todo tiene versión para ordenador, sino, para web, en una tablet Windows no echarías en falta nada.

Todo tiene una versión web o para Windows, así que no pienses que vas a dejar de poder disfrutar de Netflix por no tener Android, es más, Netflix tiene aplicación y con la posibilidad de descargar contenido también. Eso si, el rendimiento de las aplicaciones de Windows, de las nativas, pese a tener la Surface una potencia y memoria por encima de la Galaxy Tab S3, es peor, tardan más en abrirse. Da que pensar que el rendimiento no esté muy optimizado en Windows y eso que en Android tampoco es maravilla.

Mi sobremesa es una tablet

Cuando existe una Surface Pro (2017) con 1TB de almacenamiento, un procesador Intel Core i7 de séptima generación y 16GB de memoria RAM hay quien piensa que es hasta más potente que su ordenador de sobremesa, una tablet (a ver si hacen algo para poner mejores gráficos). ¿Cómo se puede sacar provecho a eso en Android?

Es una gozada con una Surface poder conectarlo a un dock y conectar ahí una pantalla, cascos, cable de red, ratón y teclado. Tienes entonces un ordenador, sin peros y si necesitas viajar, desconectas un cable y adiós. Si tu dispositivo es Android tienes a tu disposición docks con USB Tipo-C para realizar exactamente lo mismo, aunque dudo que vaya a ser algo útil, sobre todo cuando muchas aplicaciones están pensadas para usarse con gestos gracias al táctil.

Una tablet Windows se convierte totalmente en un ordenador de sobremesa con un dock. En Android, no hace falta, no es útil tampoco.

Pero a Android se le añade un problema que ya vemos en algunas implementaciones como Samsung DeX y es que algunas aplicaciones como, de nuevo, Netflix (buen ejemplo, pues es muy usada), no permiten que se puedan usar al conectar una pantalla.

Un inciso para el hardware

En esta comparativa entre los sistemas, me reservo este hueco para hablaros de los dispositivos usados para comparar más allá de en lo que a detalles técnicos respecta. La Surface Pro 4 pesa bastante más que la Galaxy Tab S3 y aunque no es molesta en la mano, la Tab S3 es mucho más ligera y cómoda. Al ser más pequeña, la Tab S3 permite poder usarla más cómodamente para escribir, cual móvil, mientras que la Surface es más para apoyarla y ponerte a escribir (sin hablar de funda-teclado).

La Surface es bastante más grande y tiene una mayor pantalla, por lo que para multimedia es mejor, pero aún si existiera una Tab S3 con más pantalla le echaría en falta tener detrás un apoyo, algo que se agradece mil veces a lo largo de día, aunque sea para no tener que apoyar todo el dispositivo sobre una superficie de la que no te fíes.

Hablando de multimedia, los cuatro altavoces de la Galaxy Tab S3 son una delicia poder usarlos en estéreo tanto en vertical como en horizontal aunque los dos frontales de la Surface Pro 4 le ganan en potencia y calidad al dotarle de algo más de graves. En pantalla donde esté una SuperAMOLED con HDR como la de la Tab S3 que se quite la IPS de la Surface, la cual, es de muy buena calidad también.

La pantalla de la Galaxy Tab S3 está por encima que la de la Surface Pro, en cambio, no es tan grande ni la acompaña un audio mejor.

El sensor de huellas de la Galaxy Tab S3 funciona bastante bien, como se podría esperar y aporta más seguridad donde la Surface Pro 4 solo cuenta con Windows Hello, reconocimiento facial por infrarrojos que funciona muy bien y de manera rápida hasta sin querer, pero que en condiciones de mucha luz a veces no llega a funcionar. Existe, eso si, una funda-teclado oficial para la Surface con sensor de huellas y puedes usar Samsung Flow para desbloquear el ordenador con la huella en tu móvil (vaya ironía, usar una app de Samsung para suplir algo que tiene Samsung).

Tanto hablar de funda-teclado, con la Tab S3 la funda ha mejorado bastante respecto a la de la Galaxy Tab Pro (con Windows) pero me quedaría antes con la funda de la Surface. El teclado está para mi incluso por encima que el de algunos portátiles, por ejemplo, me gusta más que las finas teclas del Macbook Pro (2017). Añade además touchpad y es una compra muy recomendada, convierte una tablet con pretensiones de portátil, en un portátil.

Si quieres trabajar con tu tablet, una funda-teclado es perfecta, sobre todo en Windows y ahi la de Surface es maravilla.

En cuanto a bolígrafos me es más cómodo utilizar el Surface Pen que el S Pen, además que gracias a su lateral imantado es más fácil de llevar junto a la tablet, mientras que al S Pen le tienes que buscar un sitio. Lo que no me gusta del Surface Pen es la pintura que lleva en el lateral imantado, pues tras un año está bastante desgastada y se ha perdido en partes. Debajo de ella hay metal y es más bonito que ver la pintura.

Si ambas tuvieran Android o ambas tuvieran Windows, me quedaría con la Surface pues su pantalla más panorámica (3:2 frente a 3:4) y su mayor pantalla me es mejor para el uso como cuaderno que le doy (además, de ser mi ordenador y sobremesa, gracias a Windows). No existe una Surface con Android, pero si una Galaxy Tab S3 con Windows, la Samsung Galaxy Book (12 pulgadas frente a 9.7 de la Tab S3) la cual quizá escogería por encima de la Surface sobre todo por su conector USB Tipo C, pero sería crucial para mi probar su funda-teclado antes.

Conclusión: ¿Qué uso le darías a una tablet?

¿Quieres un dispositivo compacto para ver películas, series, jugar a algo y navegar por Internet? Android será lo mejor para ti, sencillo sin usar, sin quebraderos de cabezas y con gran repertorio de aplicaciones a utilizar sin problemas. Mi recomendación como accesorio sería tener un stand o una funda que tenga esta función para poder poner la tablet de pie mientras ves algo y no tener que agarrarla todo el rato. Dentro de Android puedes optar entre pantallas de gran calidad para multimedia como la Samsung Galaxy Tab S3 u opciones más baratas que para ese uso sirven.

Tomar notas o dibujar también son tareas que requieren de poco potencial y puedes realizar perfectamente con una tablet Android. En este caso basaría la compra en que tuviera una buena pantalla y un buen bolígrafo compatible, cosa que no suele ser barato. También, si quieres dibujar, ten en cuenta las aplicaciones, pues si usas Adobe Illustrator necesitarías una Windows y si utilizas ArtRage por ejemplo, te serviría Android.

¿Necesitas un portátil pero te gustaría tener una tablet también? ¿Quizá necesitas uno que sea bastante portátil? Windows será tu mejor opción, se da por echo que buscas un portátil es porque necesitas hacer trabajos, de ofimática o más complicados como temas de diseño o programación. Con una tablet Windows (de una marca de buena reputación, si mezclas hardware raro no le suele gustar mucho a Windows) tendrás el entorno al que estás acostumbrado y no puede ser más portátil. El precio dependería de las características que a su vez dependería de para que la usarías.

Windows sirve para todo, pero una tablet capaz de hacer funcionar todo es cara, según que usos puedes optar por Android y bajar el precio.