iPhone, o Android, Android o iPhone… Lejos de esta épica batalla, el teléfono de los de Cupertino es tan popular e icónico que le sobran copias por doquier en todos los mercados posibles. ¿De verdad es tan bueno su diseño?

La eterna guerra entre los seguidores de Android y los fans del iPhone es tan eterna como su amor por estos dos ecosistemas. Si bien cuál es mejor no es el tema que nos trae hoy aquí, una cosa es palpable: el iPhone es el teléfono más copiado que hay en todo el mundo, y con diferencia. Clones de este popular dispositivo se multiplican casi por mitosis por el planeta, y no parece que la tendencia vaya a cesar. Copias hay en todos lados, pero esto ya roza el descaro más absoluto.

Esto suscita una pregunta. ¿Por qué se copia tanto al iPhone? ¿Qué tiene de especial para que todas las marcas quieran ser como él? Para gustos colores, por supuesto, pero… ¿Por qué? Y sobre todo, ¿por qué tanto descaro? Conozco a más de uno que ante la copia, no dudaría dos segundos antes de rechazar dicho dispositivo (entre los que me incluyo…) dándole un suculento regalo a sus competidores. ¿Tan bueno es el diseño del iPhone? Vamos a ver…

El estatus social: ese pícaro traidor

Desgraciadamente, vivimos en un mundo en el que el estatus social es de las cosas más importantes que hay. Por supuesto no lo comparto, e incluso me lo «salto» más de lo que debiera, pero la sociedad está cada vez más obsesionada por destacar entre los demás, a costa de lo que sea. Y sí, como habréis podido imaginar, tenéis razón: tener un iPhone es sinónimo de poseer billetes. Y si tienes billetes… tienes más estatus. Pero esto va más allá.

La estrategia de «marketing» de Apple ha conseguido lo que quería: que al obtener un producto Apple, eres diferente. Aunque irónicamente esto se contradice, y no explicaré el por qué, la gente ha captado el mensaje y la tendencia es clara: si tienes un iPhone eres una persona diferente que no se deja guiar por el resto. La diferenciación respecto a la competencia es clave en muchos casos para vender, y esto es algo que muchos quieren copiar… consiguiendo justo lo contrario.

Además, al ser desconocidas la gran mayoría de marcas que copian descaradamente al iPhone, no les preocupa el impacto real que desean tener entre su nicho de compradores. Esto sirve como una especie de «cepo» en el que algunos incautos caen. Valiendo el original más de 1000 euros… ¿No querrías un iPhone barato? Porque para fardar, todo vale. Aunque sea triste, por descontado.

La falsa creencia de vender más

Muchos de vosotros pensaréis en esta cuestión: ¿cómo hace Apple para vender tantos iPhone valiendo esa pasta gansa? Fácil: creando una religión. Porque Apple es eso: una religión a la que hay que adorar. Como bien he dicho antes, la creencia que ellos han impuesto se ha sucedido tanto en la gente que se le ha grabado en el cerebro y muchos van hacia estos móviles bien por malas experiencias en Android o bien por puro marketing. O mejor dicho: le han metido en la cabeza toda la parrafada que he soltado antes. Y espérate, que hay más.

Apple ha conseguido crear un dogma respecto a sus seguidores: nos compras, eres especial

Quitando esta brillante aunque malévola estrategia comercial, esto se contagia con un precepto tan simple como los demás: si Apple vende a esos precios, ¿por qué yo no? Si vendo lo mejor de lo mejor a un precio exclusivo, algo venderé. ¿No? ¿Cómo gano más? ¿Vendiendo un móvil a 300 euros o a 1000? Aunque la lógica impera en toda esta analogía, hay un pequeño problema: que toman estas decisiones sin tener en cuenta a sus usuarios. Porque no todos tenemos 1000 euros en el bolsillo, ni todos queremos lo más exclusivo de lo exclusivo. Y sí, lo has adivinado: lo exclusivo vende. Y se une al tema del estatus social.

Eso no sólo produce un efecto contagio bastante perjudicial para los usuarios, sino crea otra tendencia: la de la falta de originalidad. Si analizamos marcas como OnePlus, veremos que a lo largo de su trayectoria sus diseños han ido normalizándose respecto a sus primeros modelos. Mientras que el OnePlus One y el OnePlus Two eran atrevidos y distintos, el 3T, siendo un teléfono bonito, tiene un diseño más típico. Y si la falta de originalidad impera, ¿a quién copiamos? Al iPhone, por supuesto.

Creando hype intensivo

Una de las formas más sencillas de atraer a compradores potenciales es el entusiasmo, el morbo… el «hype». Crea expectación, y la conseguirás. Es simple. Como bien hemos dicho, la guerra entre los admiradores de Android y los de iPhone es larga y duradera. Como ya dije en un post anterior también, las filtraciones son un método de publicidad bastante eficiente. ¿Me vais pillando? ¿Qué pasaría si «filtrara» un diseño calcado al iPhone? Que saltarían todas las alarmas debido a la expandida práctica de plagio de este dispositivo. Ya tienes publicidad.

Esto tiene una gran problemática puesto que, aunque efectiva, es un arma de doble filo. Puede beneficiarte muchísimo para hacerte eco del inminente lanzamiento de uno de tus dispositivos, pero por contra, hay muchísimas personas más lanzadas de lo habitual, y con un buen odio al iPhone. Sin exagerar, ya he confirmado a dos personas que, tras ver el diseño filtrado del OnePlus 5, lo han desechado como posible compra optando por el Xiaomi Mi6. Si es que el hype es un gran poder que conlleva una gran responsabilidad.

La cosa no va de diseños

Como siempre, me gusta dejar las cosas para el final. Os diré algo que seguramente os vuele un poco la cabeza. En el título de este artículo he dejado claro la pregunta sobre la que este se basa: ¿tan bueno es el diseño del iPhone para que todos le copien? Porque la respuesta a esta pregunta tiene un inquietante matiz: lo que menos importa es el diseño. Es la marca.

Cuando se copia a un iPhone, el diseño es lo menos importante

Lo que menos se busca a la hora de plagiar a un iPhone es el diseño. ¿Por qué? Porque dentro del diseño va implícita la marca. Si ves un iPhone de lejos, sabrás que es un iPhone. Lo que buscan las copias no es imitar el diseño, puesto que el debate de si es bonito o no depende de los gustos de cada uno. Lo que realmente importa es que, al tener un diseño parecido, la gente lo busque en pos de tener un dispositivo de tanto «caché» por menos dinero. Aparte de su estrategia comercial y del diseño, ¿qué más puedes copiar de Apple? Nada.

Personalmente, me parece una completa estupidez que esta tendencia esté tan en alza. ¿De qué sirve copiar tan descaradamente a un dispositivo? ¿Por qué es mejor y más sencillo que reine la mediocridad en vez de la innovación? Lo que tiene Apple no son diseños bonitos, es una brillantísima estratagema de ventas que ha conseguido que todos los demás vayan como zombies detrás cerrándonos el paso a los que no estamos pendientes de estas tonterías sociales. Yo tengo claro que si el diseño filtrado del OnePlus 5 es el final, descartaré su compra.

Desde aquí manifiesto mi temor ante algunas actitudes que están tomando ciertas marcas, como Google. Está clarísimo que con el Google Pixel y las diversas medidas adoptadas por la Gran G, esta ha adoptado y casi calcado las acciones comerciales que usa Apple para vender. Exclusividad, precios desorbitados… Intentan crear la religión de Google. Y debo decir muy a mi pesar, que eso no está ocurriendo.

Para terminar, diré una frase que me dijo un viejo amigo la cual os traslado y que a muchos les ha hecho reflexionar.

«Yo sólo quiero comprarme un móvil, no que me compren a mí.»