El hasta hoy presidente de Endesa, Borja Prado, durante la junta.

El hasta hoy presidente de Endesa, Borja Prado, durante la junta. EFE

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Borja Prado sale del futuro consejo de Mediaset para buscar un acuerdo amistoso con Vivendi

La operadora de televisión modifica los estatutos paras desbloquear la fusión que se ha enquistado en los tribunales.

5 diciembre, 2019 19:04

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Mediaset ha presentado una serie de modificaciones en los estatutos de su futura empresa fusionada, Media For Europe (MFE), para desbloquear el proceso de integración de sus negocios en Italia y España. Los cambios más importantes se han producido en el futuro consejo de administración de MFE en el que sale el histórico presidente de Endesa, Borja Prado, y le sustituye Javier Diez de Polanco, otro mítico gestor de medios en la extinta Sogecable.

Prado es consejero de Mediaset España desde abril de 2018 donde cuenta con un sillón dominical. Al anunciar la operación e integración en junio se propuso al expresidente de Endesa como consejero independiente ejecutivo, pero menos de seis meses después ha sido sustituido incluso antes de sentarse en el nuevo órgano de administración. 

Los cambios en el consejo de la nueva compañía se completan con la salida de Francesca Mariotti que será reemplazada por Alessandra Piccinino. El mercado interpreta estos cambios como una muestra de buena voluntad de Mediaset para intentar llegar a un acuerdo amistoso con Vivendi, que ha impugnado judicialmente la fusión tanto en España como en Italia. 

Península, el fondo liderado por Borja Prado y antiguos banqueros de Mediobanca, ha sido uno de los más beligerantes para apoyar la fusión en contra de los intereses de Vivendi. En septiembre acordó dotar un fondo de reserva de 1.000 millones de euros para facilitar la fusión y comprar la participación de quien no estuviese de acuerdo con la operación. Con un límite del 5% del capital total de Mediaset.

Motivos de impugnación

En cuanto a los cambios remitidos este jueves a la CNMV, la compañía señala que el acuerdo ha sido adoptado con la finalidad de "regularizar o subsanar" potenciales motivos de impugnación del Acuerdo de Fusión aprobado el pasado día 4 de septiembre del 2019. Mediaset ya propuso una modificación de los estatutos sociales de MFE para tratar de allanar el camino a la fusión frente a las reticencias de Vivendi

La operación de fusión de las dos sociedades bajo un nuevo vehículo con sede en Países Bajos fue suspendida de manera cautelar por un juzgado de Madrid, a la espera de un recurso legal de Vivendi, segundo mayor accionista de Mediaset Italia. Viviendi impungó los acuerdos sociales que adoptó la Junta General Extraordinaria de Mediaset España, el pasado 4 de septiembre de 2019, y que aprobaban la operación. Ello, tras hacerlo en Italia.

Pese a que Mediaset ha impugnado la decisión ante la Audiencia Provincial de Madrid, el proceso queda de momento paralizado. El gigante francés, dirigido por el magnate de los medios de comunicación Vincent Bolloré, se opone a la fusión diciendo que refuerza el control del principal accionista de Mediaset, la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

Acuerdo amistoso

Por su parte, desde Mediaset se indica que Vivendi es un potencial competidor en el nuevo escenario de Media For Europe (MFE) por lo que no desea la creación de un rival directo. Fininvest, de la famlia Berlusconi, tiene el 50% de las acciones de Mediaset Italia mientras que Vivendi tiene el 28,8%, pero solo el 9,9% de los derechos de voto. El resto corresponden a un fideicomiso del grupo francés que no pudo votar en la aprobación de la fusión en la junta italiana.

Ante la imposibilidad de bloquear la fusión en Italia, Vivendi decidió comprar un 1% de la participación de Mediaset España en verano, lo que le dio el aval legal para impugnar los acuerdos de la junta y bloquear la fusión panaeuropea. El objetivo de Mediaset ahora es poder ganar el recurso en España y luego comprar el 29% de Vivendi para quitarles de la ecuación.

No obstante, después de que el proceso se haya enquistado en los tribunales españoles e italianos, se busca ahora una salida amistosa y un acuerdo que permita retirar las demandas. Es la única posibilidad de sacar adelante una fusión que parecía segura hace solo seis meses.