Otra vez él, pensará Daniil Medvedev (Moscú, Rusia; 1996). Por segundo Grand Slam consecutivo, tras Wimbledon, el tenista ruso vuelve a jugar una semifinal contra Carlos Alcaraz. Solo uno obtendrá el billete a la final y los últimos precedentes dan un claro favoritismo al español.

Medvedev y Alcaraz han jugado el uno contra el otro tres veces. En la primera, cuando Carlitos daba sus primeros pasos en el circuito profesional, ganó Daniil con facilidad. Fue en segunda ronda de Wimbledon, en 2021, y el ruso se lo llevó de forma clara por 6-4, 6-1 y 6-2. Por entonces eran, respectivamente, números 2 y 75 del ránking ATP.

La historia ha cambiado y la exigencia en sus duelos aumentado. Los dos últimos, ambos en 2023, se los llevó Alcaraz y sin ceder ni un set. El primero fue en la final del último Masters de Indian Wells, ganando Carlos en una hora y 12 minutos (6-3 y 6-2). Hace casi dos meses, de nuevo en Wimbledon, se repitió la historia con el triunfo del murciano en tres sets (6-3, 6-3 y 6-3) en apenas una hora y 50 minutos.

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Alcaraz, de 20 años, ya sobrepasa a Medvedev, de 27, en todos los apartados excepto en dos: el de títulos totales (12/20) y el de ganancias económicas (20,3 millones de dólares, frente a 32,5), puesto que el ruso lleva cuatro años más en el circuito profesional. Este año el español lleva 6 títulos, por cuatro de su inminente rival, y un balance victorias/derrotas de 53/6, por 49/11 del ruso.

Medvedev vuelve a enfrentarse a Alcaraz en un torneo en el que, a pesar de su buen rendimiento, lo está pasando mal por culpa de una circunstancia: el calor. Su partido de cuartos de final contra su compatriota Andrey Rublev se jugó con una temperatura de 34 grados (50% de humedad y casi 37 grados de sensación térmica).

Tanto Medvedev como Rublev fueron llevados al límite. El primero de ellos pidió en dos ocasiones la asistencia de los servicios médicos por algún tipo de problema al respirar y en ambos parones usó un inhalador. "Ni lo podéis imaginar. Un jugador va a morir (algún día). Y (entonces) lo verán", dijo durante el tercer set de su partido de cuartos de final mirando a una cámara de televisión mientras se secaba el sudor.

Ante Alcaraz necesitará mucho más que sobrevivir al calor. "Necesitas un 11 sobre 10 porque Carlos es muy fuerte", decía tras su victoria ante Rublev. "Aquí creo que ha perdido un set, pero he visto algunos de sus partidos y a veces en los puntos de break corre para unos golpeos de passing... Cosas increíbles", afirmó.

Medvedev tiene muy presentes sus dos últimos enfrentamientos ante Alcaraz: "Perdí, digamos, bastante fácil", decía este miércoles. "Lo que hace difícil jugar contra Alcaraz es que tiene todos los golpes. Tiene un extra de potencia comparado con otros tenistas", reflexionó el ruso

Y se explayaba hablando de las cualidades de su rival."Es bueno con la derecha, con el revés, con el cortado, con la dejada [...] Pero en tenis siempre puedes derrotar a alguien. Hay gente que derrota a Novak (Djokovic). Hay gente que incluso derrota a Rafa (Nadal) en tierra batida, que es casi imposible, pero algunos lo hacen. Es lo mismo con Carlos. Cada vez que juego contra él intento ganar. Necesito servir mejor que en los partidos anteriores [...] Necesito estar al cien por cien todo el tiempo y ser mejor".

El efecto Alcaraz

Para lograr hacer daño a Alcaraz, Medvedev lleva tiempo fijándose en él. En Toronto, en el arranque del último Masters de Canadá, ambos compartieron una práctica juntos. Fue prácticamente un partidillo a un set, pero que a cada uno sirve para entender mejor el juego del otro.

"Nos pones juntos y nos pides golpear tan fuerte como sea posible y estoy seguro de que él va a ser unos 25 kilómetros más rápido. Él puede hacer que cualquiera de sus golpes sea ganador y es muy difícil jugar contra eso", decía Medvedev tras aquella sesión que compartieron hace un mes.

Medvedev y Alcaraz, durante su práctica juntos en Toronto ATP

Medvedev, incluso, ha cambiado su forma de entrenar por Alcaraz. No oculta su admiración por él, tanto en lo personal ("es probablemente la persona más respetuosa del circuito", dijo del español en marzo) como en lo profesional. De hecho, ha empezado a dar más importancia a los entrenamientos, bajo el mando del francés Gilles Cervara, su preparador, gracias a Carlos.

"Cada vez que entrene desde ahora pensaré en cómo jugaría con Carlos si estuviera al otro lado", reconoció una vez. El efecto Alcaraz se nota en el circuito, especialmente en esa generación (las de los Medvedev, Tsitsipas o Zverev) que venían tras Federer, Nadal y Djokovic y se han visto arrollados por el palmareño. Ahora Daniil quiere demostrar que es capaz de ganar al tenista de 20 años.