Carlos Alcaraz sigue lanzando en su defensa del título en el Conde de Godó. El tenista murciano ya está en las semifinales después de vencer otra vez en dos sets (7-6, 6-4) a un batallador Alejandro Davidovich que hizo dudar a su rival y que vendió muy cara su derrota. 

El primer set estuvo lleno de roturas de servicio por parte de ambos, así que todo se decidió en un tiebreak en el que un error no forzado de Davidovich fue definitivo. En la segunda manga todo se encaminaba hacia un desenlace muy igualado, pero entonces al resto y en el momento decisivo, Alcaraz apretó el acelerador para hacerse con una nueva victoria. 

Ahora se medirá en las semifinales al ganador del duelo entre Evans y Cerundolo, mientras que por el otro lado del cuadro marchan hombres más temibles como Tsitsipas y Musetti. Por el momento, Alcaraz sigue sin ceder ni un solo set en Barcelona y se mantiene como el gran favorito a hacerse de nuevo con el trofeo. 

Primer set

Que el partido iba a ser competido hasta la extenuación quedó claro prácticamente desde el primer golpe. Alcaraz es un fuera de serie pero Alejandro Davidovich es un guerrero incombustible de esos que no dan ni una sola pelota por perdida hasta que se termina el punto. 

El partido comenzó con un break para el tenista murciano que le abrió las puertas de la victoria, pero ni mucho menos aquello iba a ser un camino de rosas para él. Consolidó aquella rotura, es cierto, pero ni mucho menos daba la sensación de que Davidovich se hubiera ido del encuentro. Más bien todo lo contrario. El malagueño seguía peleando y los puntos espectaculares que terminaban en la red se sucedían uno tras otro, todo así hasta que con un resto increíble Davidovich recuperó el break e igualó el choque (3-3).

Alcaraz levanta el puño tras su victoria frente a Borges en el Conde de Godó.

Como hizo el día anterior con Roberto Bautista, Carlos Alcaraz apretó inmediatamente después de perder su servicio y gozó de dos bolas de rotura en el siguiente saque de su rival. Davidovich respondió y salvó la situación, pero entonces el murciano volvió a reaccionar y volvió a mandar en el marcador hasta llegar al 5-3.

Se las prometía muy felices el número 1 del mundo sirviendo con 5-4 para ganar la primera manga, pero entonces Davidovich, con todo perdido, se mostró muy agresivo al resto. Insistió y provocó errores no forzados de Alcaraz como el que supuso una nueva rotura para el 5-5. Vuelta a empezar, igualdad máxima y los nervios a flor de piel. El espectáculo era de calidad y en esas se llegó al tiebreak. 

El primero en coger ventaja fue el murciano, pero respondió Davidovich con tres puntos seguidos. De minibreak en minibreak, llegó la bola de set para Alcaraz. Ahí los nervios le pasaron factura a Davidovich, que mandó una derecha sencilla varios metros fuera de forma incomprensible para regalarle el set a su rival.

Segundo set

El partido tenía una tensión máxima y Davidovich tenía muy claro que no se iba a marchar de Barcelona por la puerta de atrás. Pronto gozó de sus primeras bolas de rotura, aunque Alcaraz supo reconducir la situación para ponerse 2-1 en el arranque de esta manga. El punto crítico llegó en el siguiente juego. Alcaraz tuvo hasta cinco bolas de break para romper el encuentro definitivamente, y con tantas oportunidades es difícil que el murciano no mate. Se llevó el juego y se puso 3-1. 

Lo tenía esta vez todo de cara para cerrar de forma clara el partido, pero a Davidovich hay que matarle varias veces. Agresivo de nuevo al resto, con un golpe de época en la red al que dio tanto efecto que acabó de nuevo en su propio campo consiguió el break que le puso 3-2 para empatar después con su saque. 

Davidovich ejecuta un golpe con su derecha. EFE

Se le veía fallón por momentos a Alcaraz, como si estuviera incómodo en el partido. El reflejo de ello fue una doble falta en su siguiente servicio que le costó un 0-30, aunque pudo levantarlo. Cada uno fue sacando adelante su servicio hasta que se llegó al 5-4 favorable al murciano. Ahí el número 1 del mundo tenía la oportunidad de cerrar el partido al resto, así que se puso manos a la obra. 

Davidovich notó la presión, como la notó en otros momentos clave del partido, y ahí Alcaraz se hizo grande. Es la diferencia de los ganadores, que en esos instantes de máxima tensión siempre ganan. Carlos Alcaraz ya está en las semifinales y, sin perder todavía un set en todo el torneo, camina con paso firme hacia la final.